sábado, 19 de marzo de 2011

Capítulo 78 - Internet

Desvaríos:

Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que iría tan bien. Al final no voy pelearme con editores, pero lo que al principio era más una prueba de apetencia del lector, se ha convertido en esto.
El blog.
Ni por el número ni por la calidad de personas, me podría quejar. Se han puesto en contacto conmigo seres humanos con gran talento. He hablado con escritores, con profesores, y con gente que ha conseguido grandes cosas. También he hablado con personas que conseguirán tarde o temprano grandes cosas.
Lo cierto es que internet en general… me ha permitido llevar una vida “normal”. Al menos era así antes, me refiero a varios años atrás. Más de la mitad de las parejas que he tenido las conocí gracias a internet. La gente que más ha estado ahí, no son de mi ciudad, y también las he conocido por internet.

Supongo que en cierta manera, podría decir, que enfoqué absolutamente todo, a esto que usted está leyendo. Hasta tal punto que no se si sueño, vivo, o escribo. No sabría decirle que es lo que sucede primero. No sé si mi vida marca mis palabras, o si mis palabras marcan mi vida.
Quizás sienta y luego lo transcriba, o quizás dicte lo que luego sentiré.

Hace meses tenía pensado publicar esto de forma digital, por medio de algún portal Web, pero en el fondo seguía con el comezón de hacerlo como siempre se ha hecho. Hoy por hoy… no vale la pena.
El control de internet sobre mi vida, o carencia de ella es demasiado potente.
Supongo que como reflejo de sociedades, se han creado distintas razas o tribus, y también diferentes lenguajes o dialectos.

El agua y el aceite no se juntan, pero en unión son un perfecto aliño para la ensalada de nuestras relaciones sociales. Inclusive puedo llegar a afirmar que distintos talentos permutan entre si, se permutan ideas.
¿Y si se apaga internet? El caos. Muchísimos libros han redactado los acontecimientos que se producirían al concederle todo el poder a una inteligencia artificial. Otras tantas películas lo han mostrado.
Internet tiene el control absoluto, internet como ente cibernético, es el lenguaje binario que se transmite entre cerebro y cerebro. Le hemos concedido nuestras mentes, algunos incluso nuestras almas.
Internet se ha convertido en una sanguijuela con obesidad mórbida. Seguimos nutriendo y nutriendo, y este ha tomado su autoridad arrebatándonos lo que realmente somos.

Es lo que sucede si se deposita demasiado en una única idea. Que si esa idea se convierte en ideal, más tarde se puede convertir en algo palpable. Y esto se puede perder, vaya si se puede perder.
Es mejor abonar todos nuestros campos, y no plantar sólo en uno. Mire las lucecitas del router, o del modem, son luces de emergencia.

Ya no puedo más, le he concedido poder a la vida “normal”, a la vida social que tenia ante mis ojos, y he sentido indiferencia. Brinde potestad a una vida vista desde detrás de una pantalla, e indiferencia otra vez. Está todo al revés.

Lo último humano, lo último cuerdo que queda en mí querría explicarle algo:
La persona morirá algún día, su legado jamás. Todos somos inmortales.

Capítulo 78º

Viernes

He ido al centro comercial a comprar unas deportivas de color negro. Tengo mucha ropa de color negro, pero quitando unas botas, no tengo calzado de ese color.

Calenté una sopa de crema de espárragos.

No me apetece salir con el netbook por ahí. Tampoco ir a sacar fotos, y la verdad es que no me apetece ver a nadie.
Odio las palabras; nunca, siempre, jamás, eterno, y constante.
Mi palabra favorita es palabra.
Por lo que significa, por su forma directa de retar a todo lo cambiante, y permanecer siempre con la misma vocal.
Porque palabra, es una palabra, y conceder la palabra a alguien, es regalar, dar la palabra de lo que uno es, es darse uno mismo. Palabra es una palabra que significa palabra.

Sábado
Me duele mucho el estomago, y se me destroza la sien.
Tengo migrañas, siento esos alfileres. Alfileres oxidados, que punzantes cobran vida dentro de mi cabeza, para desde dentro del oído proferir insultos hacia mi.
Tengo miedo, ya que he recibido alguna llamada de gente que no conozco, y no sé bien que debo decir. Tengo miedo de asustar o de provocar arcadas.

Domingo

- Primero en pasado, luego en presente, y ahora en futuro. Una pregunta: ¿Te crees un genio o alguna mierda por el estilo?
- Todo lo contrario.
- ¿Has solucionado algo sin mí?
- Ni una mierda.
- ¿Te ha valido de algo todo esto?
- Bueno… he estado bien unos meses.
- Si claro, has estado bien elevándote hasta la normalidad. Ahora desde tan arriba la hostia te quebrará el alma, y partirá tu mentón contra el cemento de la indiferencia. Espero que al menos no pienses ni por un momento que ha valido la pena conversar con gente normal.
- Lo cierto es que un poco si que lo creo.
- Eras un montón de mierda cuando me fui, y ahora eres una montaña de mierda.
- No diría tanto…
- ¿Cómo te sientes?
- Como una montaña de mierda y de grasa, sin corazón, y con entrañas negras y putrefactas. No es mi mejor día supongo.
- Estás como al principio, la última línea curva de la espiral se ha alzado demasiado, y eso ha creado un tobogán de vuelta al centro.
- Supongo.
- Deberías haber confiado en mí.
- Perdóname, no sabía lo que hacía.
- Conmigo jamás te sentirás solo, conmigo siempre estarás sintiendo a alguien preocupado por ti, y cuidando de ti.
- Lo sé.
- Deberías confiar en mi cuando te digo que alguien no es bueno para nosotros, deberías someterte un poco, o incluso algo más…
- Si, disculpa de verdad, no ha valido de nada. 4 meses bien y ahora las arcadas otra vez, y el estomago ardiendo.
- ¿Qué tal la cabeza?
- Ya no la siento, no me duele.
- En el fondo es lo que pides, no sentir para que no te duela yo en eso puedo ayudarte mucho y lo sabes… ¿Y ahora por qué lloras?
- Porque creo que no puedo más, me estoy desmoronando y nada vale la pena. Duele que todo me de igual por el mero hecho de que yo de igual…
- Tú, Messi, yo, tu guitarra. No necesitas nada más.
- Supongo que no.

“Verba volant, scripta manet”.

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