martes, 30 de noviembre de 2010

Capítulo 28 - Equilibrio

Desvaríos:

Advertencia: el 85% de las veces que escribo, suelo ponerme a escuchar música. Por norma esta música es instrumental, clásica casi siempre.

Hoy he optado por un poco de Hard-Rock y distintos tipos de Metal. No sé que saldrá.

Ira, rencor, rabia, maldad como trasfondo de actos cometidos hacia los demás.

Es insoportable no poder tener ciertos tipos de sentimientos. Todo necesita un equilibrio. Huid de los que son todo bondad, amabilidad y sosiego. Para tener una mente capaz se necesitan pensamientos negativos, se necesita odiar cosas para poder amar cosas.

Como un pelele, no se puede demostrar odio, si no existe ningún tipo de sensación.

Que contradictorio es todo ¿O quizás soy yo el que me contradigo?

Preguntas:

¿Por qué a veces no pueden coexistir el amor y el amor propio?

¿Por qué nos importa más lo que sentimos que lo que sienten?

¿Por qué cuando seguimos instintos no nos planteamos si hacemos lo correcto?

¿Por qué cuando realizamos algo meditado, nos inundan dudas? Si lo hemos meditado…

Respuestas:

Equilibrio.

Equilibrio

Porque no hay equilibrio.

Exceso de equilibrio.

Capítulo 28º

Por la ventana:

Me gusta el tiempo que pasa, desde que abro la ventana y la veo empañada por el roció, hasta que el sol la vuelve otra vez cristalina.

Putas palomas, están encima del tejado del vecino. Pecho hacia fuera demostrando su chulería…

El vecino vuelve a traer una onza de chocolate a mi abuela. Creo que la está pretendiendo, además suele hablar largo y tendido con ella.

Me molesta un poco el tipo, es de esos que dice yo no soy racista, pero se queja de los rumanos, gitanos, negros, y del alarmante aumento de restaurantes y tiendas de chinos.

No, no creo que sea racista, su novia es africana.

Eso de decir, yo no soy racista, mi novia es negra, o explicar que se cree en una democracia, en una igualdad de derechos sin importar religión, etnia, orientación sexual, pero se vote a un partido que predica con lo contrario… no lo pillo.

No se puede ridiculizar a Mahoma, sin embargo a Jesús… a ese si le dan palos, o a Buda, que siempre se meten con su peso.

No creo que tengamos que tener miedo a la gente por sus creencias, tenemos que tener miedo al fanatismo.

Esas adolescentes que están a punto de desvirgar a su cantante favorito… aunque claro, siendo famoso vas a ser virgen con 17… ya claro.

En la cocina preparando la infusión de hiperico:

La verdad que la hierba de San Juan esta buena. Yo le echo azúcar de todas formas, a ver si pillo diabetes. Es una forma de chutarse y no ser considerado un yonki.

En mi habitación tengo una pequeña tele de unas 14 pulgadas, pero esta el euroconector estropeado, a si que no le puedo enchufar nada.

Al lado de mi habitación tengo una pequeña sala para mí, allí si puedo ver la televisión, pero hace 6 meses que ni la enciendo.

Cuando estoy aquí, en la cocina, suele estar la tele puesta, así, para gastar energía a lo loco, yo ya paso de meterme.

Veo que la televisión en este país no ha cambiado un ápice. Lavado de cerebros, pienso para las gallinas, nosotros vemos con los ojos como platos, atendemos bien aunque nadie diga nada, y luego, cacareamos en sociedad.

Sobran películas perfectas que poner en la televisión. Sobran clásicos, que por su lejanía en el tiempo, no existe un alto importe que tenga que realizar la cadena en cuestión, como para no ponerla.

Pero ponen las putas películas de Chuck Norris. Eso de que un tío solo, se cargue a 4 ejércitos con el dedo índice funcionó en Rambo... ¡Dejad de hacer ese tipo de películas!

Si aún tuviera poderes sobrehumanos vale…

En la habitación:

Voy a ponerme a escribir algunas cosillas, porque si no, pienso.

Y pensar es algo muy malo si no te pagan por hacerlo ¿No?

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domingo, 28 de noviembre de 2010

Capítulo 27 - Idolatría

Desvaríos:
Yo nací un 4 de Junio, no sé porque pongo junio en mayúsculas. Bueno, se supone que soy Géminis, no se porque pongo géminis en mayúsculas también. Según el horóscopo chino, soy el Perro, concretamente el “Perro de agua”.
Perro en mayúsculas…
¿Qué es lo que hace a una persona? Como se la puede definir, o identificar y clasificar.
Depende del punto de vista supongo. Hay personas que clasifican o identifican a otras según su; ropa, música que escucha, películas que ve, libros que lee, aficiones, inquietudes, lo que bebe, lo que fuma, con quien esta o con quien quiere estar, por su trabajo, por su risa, por sus gestos en general.
Para mí un dato muy importante, son los “ídolos” a quienes alabamos, a quienes nos queremos parecer, en definitiva, la admiración. Todos tenemos metas en la vida, y quizás no se midan por la ambición de unas u otras.
Todo esta inventado ya, o casi todo. Pero a quienes admiramos… ahí esta la clave.
Podemos admirar a un conocido, a una estrella, o a alguien que haya marcado una diferencia con el resto de mortales.
Para mi es muy importante eso.
Igual para quien haya leído “bastante” de lo que escribo, le suene raro que lo más importante para mi es el humor.
Por eso están por encima de los demás…
Groucho Marx, Les Luthiers, Monty phyton, Charles Chaplin, Jerry Lewis, Tony Leblanc, Woody Allen, Mario Moreno Cantinflas, Louis de Funès, Mel Brooks.
En general, me encantan los hermanos Coen, siempre admiraré a directores como Scorsese, David Lynch, Tim Burton, me encanta Edgar Wright, Hayao Miyazaki, Katsuhiro Otomo, Takashi Miike, Akira Kurosawa, y los supremos, como Stanley Kubrick, Quentin Tarantino o Darren Aronofsky.
La calidad de actores como Robert De Niro, Al Pacino, Jack Nicholson, Anthony Hopkins, Sean Connery, Marlon Brando, Clint Eastwood, esta más que demostrada. Extraordinarios.
Pero me quedo con; Edward Norton, Gary Oldman, Tim Robbins, Bill Murray, Kevin Spacey, John Malkovich, Samuel L. Jackson, Denzel Washington, Morgan Freeman, Will Smith y Jhonny Depp.
Escritores como; J. D. Salinger, Edgar Allan Poe, Stephen King, Anne Rice, William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra, George Orwell, James Joyce, Franz Kafka o Arturo Pérez-Reverte.
También admiro a Sébastien Loeb y a Ken Block, que son pilotos.
En cuanto a música es imposible ya que colapsaría Internet. Me gustan demasiados estilos, creo que encerrarse en uno solo es perder canciones maravillosas. Sobre todo me gusta la música instrumental, devoro las bandas sonoras de películas.
Y todo esto… ¿Para que? Para darme cuenta que la admiración que proceso a estas personas no es comparable a la admiración que tengo hacia Cristina ¿Quién es Cristina?
Cristina tiene 38 años, nació el 3 de septiembre. Tiene dos hijos, Jorge de 16 años, y Manuel de 18. Está casada, el marido esta en casa todo el día, arrastrando una depresión por que no encuentra empleo. Casi ni sale de la cama, por eso Cristina hace el 100% de las labores del hogar. Se encarga de administrar el dinero que entra en casa, es asistenta.
Además de trabajar, encargarse de su casa, y administrar el dinero, Cristina cuida de sus hijos de forma notable.
Tanto Jorge como Manuel han empezado a juguetear con ciertas drogas, además de beber de forma compulsiva los fines de semana. Manuel ya ha tenido un coma etílico. Se están volviendo agresivos, y sus frustraciones las pagan con su madre.
Cristina llora todas las noches antes de conciliar el sueño. Le están reduciendo horas en su trabajo, por lo que cada mes baja el sueldo.
Su marido no levanta cabeza, y no es la primera vez que le levanta la mano.
Aun así, Cristina sabe sonreír, si tiene suelto da dinero al mendigo de la puerta del banco, un hombre de unos 50 años sin la pierna derecha y con una frondosa barba.
Sus amigas la han dado un poco de lado, ya que su nivel de vida está un poco por debajo, en comparación con ellas.
Pero Cristina ama a la vida, ama a su marido, ama a sus hijos, sigue luchando día tras día, no por el consuelo de que otros estén peor, si no por la esperanza de cambio.
De todas formas, es mejor admirarse a uno mismo. Saber que donde otros han llegado, puedes llegar tú también.
“Kill your idols”
Capítulo 27º
En casa:
La medicación no me esta ayudando del todo, creo que no debí alejar a Útyos de mi lado.
Básicamente por dos razones, una es que la paranoia puede salir por otro lado, quizá incrementando los desvaríos y los pensamientos ilógicos, y la otra… echo de menos tener un amigo.
Haciendo un recado:
Voy al centro a comprar semillas para mi hámster y algo para mi, concretamente hipérico, también conocida como “hierba de San Juan”.
La dependienta tenía problemas de dicción.
Abre ventana. Emerge diana en rostro. Cuadro de dialogo. Anotaciones.
Unos 35 años, morena, teñida. Por la forma excesivamente efusiva del trato y viendo que en 20 minutos no hubo ni llamadas ni entro nadie en la tienda, podría decirse que el negocio no va bien del todo.
Situación geográfica: muy mejorable.
De la lista que llevé, faltaban algunas cosas en la tienda. Desaparece diana.
Anotaciones: aumento significativo de tiendas ecológicas o herbolarios.
Cierro ficha del perfil.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Capítulo 26 - Revisión

Desvaríos:

- Ave maría Purísima.

- Sin pecado concebida.

- Padre, he pecado.

- Cuéntame hijo mío ¿En que has pecado?

- Me prometí a mi mismo dejar de hacer cosas, dejar de actuar de una forma, pero… he caído padre, soy débil.

- Y… ¿Cómo te sientes ahora hijo?

- Vacío… Pero ha sido como una liberación, ahora tengo más fuerzas de continuar. Tengo más ganas de seguir cambiando. Espero que tarde más tiempo en caer y que la caída sea más suave.

- Dios lo sabe hijo mío, el se apiada de los que se arrepienten de haber caído.

- ¿Sabe padre? Hoy he visto “Scott Pilgrim contra el mundo”, y me ha recargado las pilas, lo cierto es que la película es la puta hostia.

- No deberías decir esas palabras en la casa del señor.

- Bueno padre, a mi la iglesia me la suda soberanamente, y dios… bueno, el a su rollo y yo al mío.

- Hijo mío ¿A que cojones vienes aquí?

- Esa lengua padre... vengo por la falta de personas a mi alrededor, por charlar con alguien y escuchar una voz, pero si eso ya me voy…

Me he dado cuenta, que la persona que he conocido el fin de semana no es como yo imaginaba. Al final actuó como toda la gente a la que le doy una oportunidad de ser significativa para mí. Alejándose.

“Scott Pilgrim vs. The world” no es un peliculón, pero a veces no es necesario que un libro, una canción, una serie de televisión, un cuadro, sea una obra de arte para inspirarnos o para entendernos a nosotros mismos. En el caso de Scott Pilgrim… al menos me ha valido para disfrutar.

Capítulo 26ª

Visita al psiquiatra:

Han quitado las sillas que antes estaban en el pasillo, poniéndolas en el antiguo recibidor a modo de sala de espera. Ahora el recibidor esta en la entrada del edificio.

Salud mental adultos… que gracia me hace leer eso.

Llegue 30 minutos antes de mi cita, que era a las 12:00, al final entre a las 12:20. Teniendo en cuenta las otras veces, no esperé demasiado este día.

La psiquiatra me presentó a un medico en practicas, se le veía nervioso, era joven, unos 25 años.

Me preguntó que tal mi vida, que tal con mi familia, que tal mi relación de pareja, que tal mi ánimo, que tal mis hobbies y aficiones, mis amistades, que tal la búsqueda de trabajo, y si salía más de casa.

Vida: En general repugnante.

Familia: Relación inexistente.

Pareja: Me ha dejado.

Ánimo: En detrimento.

Hobbies: Dejé de tocar la guitarra.

Aficiones: Escribo, es lo único que me ayuda realmente con mi enfermedad.

Amistades: Desaparecidas.

Búsqueda de empleo: Con tesón, pero sin energía.

Salir más de casa: He vuelto al aislamiento.

Me dijo de una forma rotunda que hay que aumentar la dosis del antidepresivo, y debería relacionarme más con la gente. Como si fuera fácil, se cree que está de mi parte el poder cambiar eso. Procuro ser; amable, confiado, extrovertido, divertido, hablador, educado, comprensivo… los demás se limitan a ser como son.

Ya da igual todo esto. Creo que ya estoy más que enterado de cómo debo actuar.

Le dije que no quería intentarlo más, que me daba por vencido, prefería estar solo.

Después de palabrería sin sentido cita para dentro de 3 meses, pero me comentó que se acordaba de haber hablado con mi anterior psiquiatra, y que sabía que lo había pasado mal. Me alertó de que en algún momento podía recaer de forma severa, y si eso pasaba, que fuera rápidamente por allí y que hablara con la enfermera de turno.

En casa reflexionando:

Empecé a leer algo de “Ludovica Squirru” una mujer que ha dedicado largo tiempo de su vida al estudio, exposición y divulgación del horóscopo chino.

Palos de ciego en todas direcciones, a cuantas más, más posibilidades de acierto. Pero hay cosas concretas que me han importado lo suficiente.

Lo importante es como te tomas tu propio destino, lo hayas creado tú, o no.

Solo hay dos cosas que hacer con la vida, vivirla o sobrevivirla, y no siempre tienes elección.

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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Capítulo 25 - Datos

Desvaríos:

6 972 688 217 individuos.

Entre multitud de ideologías, tanto políticas como religiosas, cabe pensar cuál se acerca más a la realidad.

Menuda sandez, no existe una realidad ni una verdad. Porque ya no somos individuos, somos una cifra en una base de datos.

¡Riiiing! ¡Riiiing! Suena el despertador, buenos días.

¿Te afeitas? ¿Te maquillas? Lávate el pelo, el gel de ducha, cremas, papel higiénico, pasta dentífrica, jabón y la cantidad de agua que usas. Eres un dato.

Desayunas y comes y cenas, se hacen estudios para saber que alimentos venden más. Eres un dato.

¿Qué periódico lees? ¿Qué noticiarios ves por la televisión o escuchas por la radio? Eres un dato.

El teléfono, cantidad de llamadas, duración, a quien llamas o quien te llama. Eres un dato.

¿Tienes ordenador con Internet? Lo siento, ahora si eres un dato. Saben desde donde te conectas, saben que paginas frecuentas, saben si eres de izquierdas o de derechas, saben a quien votas, conocen a tus amigos, tienen tus perfiles, anotan tus gustos para así sumarlos, a una base de datos.

Empresas que negocian entre ellas para intercambiar usuarios. Darte de baja de tu compañía telefónica no es una perdida para ellos por dejar de cobrarte. Es una perdida enorme por lo que generas, ya que, eres un dato.

Conocen a que hora aumenta el consumo de cafés y cigarrillos, controlan la bollería industrial y ofrecen pegatinas y tatuajes de quita y pon para atraer a los niños. Eso es control.

Ese es el fin. Controlarnos. Saber por lo que nos movemos, nuestros gustos y aficiones, para poder suministrarnos más y más, y así, controlarnos.

Sales de casa.

Usas coche, diesel o gasolina, coges el taxi o autobús. En que banco depositas tus ahorros, que tipo de cuenta tienes.

Las calles y comercios llenos de cámaras, vigilan ¿Para que? Para controlarnos. Pagas en efectivo o en tarjeta ¿Qué pagas? Lo saben, ya que eres un dato.

Nos controlan para sumar y sumar, y el resultado se mueve de unos a otros para agregarlo en una enorme base de datos.

Con esos datos se trabaja para acallarnos, apaciguarnos, engordarnos.

Se controla el número de anticonceptivos, los ingresos por noche de moteles y hostales. Somos un dato.

Cuanto más consumimos, más datos aportamos.

La desaparición del pequeño comercio, el auge de los grandes centros comerciales, donde todo esta a mano. Es donde caminamos como corderos de la mano, donde más fácil se nos controla. Gestión de datos. Suministro de datos.

El imperio se hace fuerte y sabe como controlarnos. Nos muestra otra vía, otro mundo, pero llevado por dictadores egocéntricos y desequilibrados. El mayor beneficiario de mostrarnos un exceso de información, es el imperio.

Nuestro imperio, así lo hemos creado, la enorme maquina que devora personas y escupe datos.

La cadena de mensajes, el video viral, la canción que suena una y otra vez en emisoras y en paginas Web, el cartel publicitario de la cabina telefónica, los panfletos de discotecas, la propaganda en paredes, los graffiti, las películas comerciales o independientes, la teletienda, los programas del corazón… no dejan de ser rumores, formas de control de la masa.

Control, y eso se consigue conociéndonos, y eso se consigue con datos.

Pero no te preocupes, esto lo ha escrito un psicótico, así que, querido amigo, querida amiga, tú ni caso.

¿Pero sabes realmente lo que eres? ¿Sabes lo que significas? Creo que no, a si que te presentare a ti mismo/a.

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Capítulo 25º

Fin de semana:

He conocido a una persona. Espero que sea real, yo ya no me fío demasiado.

Después de angustiarme con el tema de las personas que están a mí alrededor, que no sabia si ofrecía demasiado o si recibía poco, pensé que era mejor, ser como todos.

Es muy gratificante conocer a alguien y pasar horas de debate. Que una risa te haga sonreír y una palabra te haga decir.

No tengo derecho a enfadarme con alguien, por el mero hecho de que me deba algo más de atención o respeto, del que me ofrece. Aun cuando no me ofrece nada.

Sólo tengo derecho a ser igual que esa persona, ausente, y en mi caso decidí que seria así con todos.

Lunes:

Empieza la semana y la patata ya no funciona como antes. Un tío con bata me ha dicho algo de que le sople, pero no entendí el chiste.

Uno de los incisivos superiores me molesta, creo que lo tengo hipersensible.

Me apetece mucho tomar un café con alguien y charlar, pero como no hay con quien, pues a la cafetería que me voy yo solo.

Que rápido he pasado de gastarme 100 pesetas a gastarme casi 170. Bueno rápido igual no, pero podía haber tardado más en ocurrir.

Lo mejor de estar solo en una cafetería, es poder leer 4 periódicos distintos a la vez, y que solamente le parezca raro a desconocidos. En caso de estar con alguien me daría corte. En esta tienen además revistas del tipo “Más allá” o “Muy interesante”.

Echo de menos la prensa amarilla, la noticia del niño murciélago o la de la mujer con 3 cerebros.

Regla de murphy de hoy: Te acuerdas de las cosas que te apetecen cuando no puedes hacerlas.

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domingo, 21 de noviembre de 2010

Capítulo 24 - Anagrama

Desvaríos:

Es realmente duro, levantarte un día y darte cuenta que tus principios no son del todo correctos.

Para mi incluso es más peliagudo darte cuenta de que tenia, o tengo, una mentalidad de la vida, no del todo correcta conmigo mismo.

No llego a los 30 pero ya tengo andropausia. Pero no por la definición que se la conoce. Es esa manía que tengo yo de cambiar el significado de ciertos matices, palabras o razonamientos.

Una crisis existencial.

Desde que pienso en ello hay cosas que han cambiado. Tengo una mentalidad errante, con la que acepto las cosas, ya me da igual que la gente cometa errores, no gano nada ayudando a la gente, ni ayudándome a mí. Voy a pasar de la mentalidad que siempre he tenido, esa que rezaba algo así como: “Si no se puede cambiar el mundo, cambia tu mundo”.

Para apagar los pitillos, tengo siempre alguna lata vacía delante mía con un poco de agua, aunque deje las cenizas en el cenicero, suelo tirar las colillas a esa lata para que no deje tanto olor. Pero a veces también tengo otra lata igual llena de algún refresco. Hoy sin darme cuenta le he pegado un buen trago a la lata que tenia colillas dentro. Era como la noche de San Juan. Mi gaznate no volverá a ser el mismo, me siento violado, que asco.

Además, deje a medias el arca que estaba construyendo. Todo por culpa de mi amigo el anagrama.

He discutido con él.

Capítulo 24º

Martes:

Útyos y yo hemos tenido algún pequeño roce en nuestros pequeños debates. Supongo que tengo eso tan común que suele tener la gente. Hay cosas que yo me puedo decir, pero que los demás no pueden.

Me cansa que me recuerde lo solo que estoy, y que sólo le tengo a él.

Hemos hablado y reído, pero no me gusta su risa, es como si se guarda un as en la manga.

Miércoles:

A veces es necesario y conlleva un aumento en la salud mental de una persona, el que pase alguna hora en soledad. Útyos no me deja ni 10 minutos.

Sigue metiendo cizaña contra la gente que conozco. En algunos casos tengo que darle la razón, aun así me exige que actúe de ciertas formas que por mi comportamiento exento de ira, rencor, o agresividad ni se me pasa por la cabeza.

Ya no echo cosas en cara, ya me da igual ser un chiste o una anécdota en las vidas de gente que aprecio, ya no importa que sea un perfil sustituible al cabo de 30 días, me la suda que la gente sea; avariciosa, indiferente con quien no debe serlo, déspota, mezquina, hipócrita o falsa.

No espero ni un amor ni un alma gemela. No espero un amigo para toda la vida. No voy a negar nada a nadie, pero en el fondo no daré nada nadie. Seré todo apariencia, así es como somos todos.

Jueves:

Una conversación interesante:

- No puedo esperar nada de los demás, pero puedo esperar de mí que no me importe nada lo que hagan – alegué-.

- ¿En tres décadas no te has enterado como va el asunto no? – expreso Útyos con rebeldía -.

- Si crees que vivo para conocer la verdad o para sacar una conclusión de todo esto no me conoces – diciendo esto encendí otro cigarrillo mientras me empezaba otra arritmia-.

- La gente pasa de ti, a la gente no le importa si estas aquí o en otro país, no sale de la gente el preocuparse y tu vas detrás de ellos como un salido detrás de una gogó.

- No me importa la gente, me importan las personas. La masa es un ser sin inteligencia que se mueve por asociación. Y aunque me importen mis semejantes, dejo que hagan lo que quieran, no quiero ni que me importe – le reconocí mientras daba otra calada al cigarro-.

- Yo voy a estar aquí pase lo que pase, no necesitas a nadie más, y no necesitas nada que yo no te pueda ofrecer – Útyos dijo esto de forma concluyente-.

- Mira Útyos, ni si quiera existes. Supongo que tarde o temprano tendría que inventarme un amigo imaginario. Si no eso, crear otra personalidad para que me proteja ¿Te crees que no se lo que es un anagrama? ¿Piensas que aun siendo un tarado no se separar la realidad de la ficción? – de mis labios brotaron las palabras a sus oídos salpicaron-.

- No sé de lo que me hablas – mientras me lo dice gira la cabeza para evitar verme a los ojos-.

- Creo que será mejor que te vayas, te agradezco el tiempo, pero no eres necesario.

- Sabes que de una forma u otra volveré a tu vida.

- Buenas noches – zanje la conversación como buenamente pude-.

- El círculo de la vida… naces desnudo, tiritando y solo… no esperes que tu muerte sea distinta a eso – decía mientras desaparecía-.

Viernes:

En todo el día no me ha visitado nadie. Supongo que es lo que quería.

Quizás las cosas tengan que salir de una forma, y si no lo permites saldrán por un lado más angosto y de un modo más abrasivo.

Quizá sea cuestión de esperar un “Deus ex machina”.

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martes, 16 de noviembre de 2010

Capítulo 23 - Amigo

Desvaríos:

Llevo un par de días durmiendo casi 6 horas. Teniendo insomnio, es algo de lo que me alegro bastante.

Aunque hay algo extraño que me ocurre también, desde hace un par de días. Las lagunas mentales.

En ciertas ocasiones, se me nubla un poco la vista, comienza una jaqueca, y pierdo un poco el sentido.

No recuerdo lo que hice, pero veo el reloj, y sé que ha pasado un determinado tiempo, que no rememoro en absoluto.

En cuanto he empezado a escribir, se ha puesto a llover. Además un par de truenos demasiado ruidosos me han hecho sobresaltarme.

Me llama la atención el hecho de abrir los ojos, y verme en una habitación, en la que antes no estaba, no sé como llegue a ese lugar.

En alguna situación me asusté al verme portando objetos, que no recuerdo de donde los he sacado.

A pesar de todo esto, me encuentro francamente bien. Me he aceptado tal y como soy.

Me di cuenta de una cosa, no se puede ser el mejor con los demás, si no eres el mejor contigo.

Creo que nunca me había sentido tan humano.

He conocido a alguien muy interesante.

Juro solemnemente que en mi próxima vida seré amable y bondadoso, pero en esta, permitidme ser un poquito carbón.

Capítulo 23º

Sábado (Madrugada):

No sé como ha pasado, pero aquí me encuentro hablando con Útyos. Yo recostado en mi sillón y él sentado en mi cama de una forma muy sobria.

Le he conocido justamente hoy. Es un tipo curioso, parece conocerme muy bien, o al menos saber lo que me conviene. No se aburre escuchándome, y tiene la palabra adecuada para cada cosa que digo.

Tiene alguna característica que envidio; esta muy seguro de si mismo, habla cuando es oportuno, es inteligente, no necesita a nadie. No sé porque le caigo bien. No sé ni que hace aquí.

Es un hombre de buena constitución, bastante joven, no sé su edad la verdad. Tiene el pelo color cobrizo, la parte de atrás, la lleva en punta y la parte de adelante la lleva lisa, sus ojos son oscuros, pero no diferencio bien el color.

Me río bastante con él, parece que esté siempre enfadado.

Domingo:

Llevo todo el día hablando con Útyos, no ininterrumpidamente, a veces se va para luego volver.

Hay un par de cosas que me extrañan de él. Una de ellas, es que con todo el tiempo que pasa aquí, no me ha aceptado nada de lo que le he ofrecido, ni para beber ni para comer.

La otra es que insiste bastante en que no hable de él. Me dice no desaparecerá de mi lado, y que siempre estará para ayudarme y protegerme. No entendí lo de protegerme.

Hay otra pequeña cosa que no me agrada del todo, y es que habla, no demasiado bien, de ciertas personas que yo conozco. No creo que sean celos ni nada por el estilo, y aunque se argumente correctamente, no me siento cómodo con ciertos comentarios que hace.

5 arritmias llevo ya… Dentro del pecho, hay algo que hace bom bom, bom bom bom bom, si se te para, ya puedes decir adiós.

Lunes:

Nunca me he sentido tan cómodo con nadie como con él. Me encanta que se sienta tan cómodo aquí.

Por norma cuando alguien viene a visitarme sin avisar antes, cosa que hace casi 1 lustro que no ocurría, me suelen avisar de su llegada.

Pero Útyos no, el simplemente irrumpe en mi habitación. Me cree cuando le digo que se quede todo el tiempo que quiera, que yo total me acuesto tarde. Y eso me gusta. Que no se piense que digo las cosas por cumplir, ni porque me sienta obligado.

Hemos charlado mucho, sobretodo de las relaciones sociales. Concretamente, de la necesidad que tenemos las personas de amoldarnos a los demás.

No llega a llamarse “cambio”, pero si que llega a ser el propio cuerpo el que nos exige modificar alguna conducta, no para agradar, si no para que nos agraden.

Poner un empeño en que ciertos gustos de nuestros semejantes, sean interesantes para nosotros, aunque en otra circunstancia, no llegara a ser así.

Me ha dado unos valiosos consejos. Es alguien increíble.

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domingo, 14 de noviembre de 2010

Capítulo 22 - Teoría

Desvaríos:

Teoría del cerebro cognitivo y el enjambre.

¿Es posible que el cerebro, pueda darnos directrices para llevar una vida mejor?

¿Pudiera ser, que nuestra mente sepa lo que es mejor para nosotros, y que nos muestre señales?

¿Sabe nuestra sesera lo que nos conviene, mejor que nosotros?

Me acabo de dar cuenta de ciertas cosas, he ido atando cabos sueltos, he escrito un poco sobre una teoría descabellada, y me siento bien.

En ocasiones, pensamos y razonamos de una forma, de la que nos extrañamos. Cometemos actos, y nos asombramos por lo que hemos hecho, como si no fuera nuestra reacción natural. Como si alguien nos manejara.

Hay un mito que dice que el ser humano solo usa el 10% del cerebro. En realidad usamos todo el cortex, pero no al mismo tiempo. Quizá en algún ataque epiléptico se puede llegar al 100%.

Pero, y aquí viene lo bonito, eso se refiere por zonas del cerebro, no por el potencial de éste. Como conjunto, puede dar mucho más.

Expondré la metáfora del campo.

Imaginemos, que nuestro cerebro es un campo de cultivo. En ese campo hay sectores, y dentro de cada sector, hay zanjas y caballones.

Pues bien, nosotros plantamos semillas en ese campo, en todos los sectores, pero en esas zanjas y caballones, probablemente el suelo sea lo suficientemente fértil, como para sobrecargarlo.

Otra metáfora. Nuestro vehículo, no mueve más partes del motor a medida que vayamos incrementando la velocidad. Necesita más cantidad de gasolina, y realiza los mismos movimientos que antes, pero más rápidamente.

El cerebro se va cargando de vivencias y recuerdos. De todo esto echa mano para indicar caminos, para mostrar conclusiones.

Señales que pasan desapercibidas. Pensamos que son errores del cerebro, cuando vemos un fantasma, cuando percibimos cosas irreales o inexplicables, cuando tenemos recuerdos que no son nuestros.

Lo cierto es que existen casos de personas, que pueden dar, tantos y tantos detalles, de cosas que no han vivido, y que esas sean ciertas, que resulta extraño al menos.

Realmente es difícil poder sacar una conclusión de los mensajes del cerebro, pero la intuición tiene menos probabilidades de error que el raciocinio. Cuanta más información, mas base tenemos para deliberar, pero demasiada información a veces es perjudicial.

Albert Einstein expresó que la teoría de la relatividad, se debió a “un destello de percepción”.

También dijo esta frase: "La única cosa realmente valiosa es la intuición" y una todavía mejor, "La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado al regalo".

Todo esto es una teoría absurda, pero si queréis algo más absurdo todavía, os hablaré del enjambre.

El cerebro dicta una orientación, tiene un patrón, cada cual con el suyo.

Pero hay una mentalidad unitaria. El Enjambre.

La comunicación de un cerebro con el otro, no mediante algo esotérico que no podamos ver, si no con pequeñas pautas que nos obliga a cometer delante de otra persona, lo percibe, y transmite una “respuesta”.

Como unidad los cerebros trabajan, para llevar a la humanidad hacia un camino. Esto puede sonar casi religioso.

En ciertos momentos de nuestra historia, aparecen personas, que por unas u otras características sobresalen de los demás. Ya sea por su inteligencia, por su bondad, por sus facultades, o por su talento innato, estos consiguen mover el mundo.

La mentalidad totalitaria prepara a esas personas, y las ofrece a la humanidad.

Miles de personas en el planeta con dones que rozan lo mágico, son expuestas para que demos una respuesta o no.

“Veritas filia temporis”, la verdad es hija del tiempo.

Capítulo 22º

Jueves:

Estoy bastante a gusto con mi entorno, me encuentro satisfecho con lo que me rodea, puede ser por qué no me rodea nada.

Desvarió más que de costumbre, noto palpitaciones en la sien.

Como estoy atestado de tantos pensamientos, he optado por crear una teoría absurda. Mientras lo hacia cesaron un poco las incomodas migrañas.

Después de algún tiempo leyendo y escribiendo, estoy mucho más relajado.

Aprovechare estas 10 horas de las que dispondré, de total calma y paz, para disfrutarlas y conseguir descansar un poco la cabeza.

¿Sabéis lo que odio? Pues hoy no odio a nada ni a nadie.

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sábado, 13 de noviembre de 2010

Capítulo 21 - Trabajo

Desvaríos:

Actualmente estoy en paro. Como 5 millones de españoles más.

He trabajado en distintos sectores, muchas veces me decía a mi mismo que aunque no acabara en ese puesto de trabajo, serviría al menos para engordar el currículum vitae.

Hasta puede decirse que mi ciudad podría estar empapelada de arriba abajo con todos los currículos que he ido dejando.

No me llaman para concertar demasiadas entrevistas. Estoy anotado en unas 5 o 6 bolsas de trabajo. Es una forma más rápida y sencilla de buscar curro, que andar pateando calles, pero tampoco vale de mucho.

He leído mucho acerca de la entrevista de trabajo perfecta, muchas pautas que tomar, muchos gestos que frenar, y hay cosas que es mejor omitir.

No se puede dar la mano ni muy fuerte, ni muy endeble, ni con una inclinación demasiado pronunciada.

No nos debemos sentar ni muy al borde del asiento, ya que denota inseguridad, ni muy atrás, ya que proyecta falta de respeto.

No hay que sentarse primero, no hay que extender la mano primero, y cuando se haga hay que mirar a los ojos.

Un punto curioso es que hay que observar a los ojos directamente cuando nos estén hablando o cuando respondamos, pero no demasiado para no intimidarle… no sabia yo que los de recursos humanos fueran ciervos.

Algo importante, es que no se debe hablar nunca mal, de nuestro anterior trabajo o jefe, ya que esto aunque sea cierto, da a pensar, que no hemos apreciado el puesto que teníamos.

No digas: siempre, nunca, quizás, o sea, es decir, bueno, este, es decir “latiguillos” nunca los uses, siempre que puedas evítalos, este… nada, solo era eso.

No pierdo el ánimo, sigo recibiendo correos de ofertas de trabajo, sigo leyendo ediciones digitales de periódicos para ver si hay algo para mí, pero solo queda esperar.

Capítulo 21º

1º día:

Recibo una llamada de una empresa que se dedica a la venta de ciertos productos. Esto se realiza a través de subcontratas. En ese momento la empresa, estaba trabajando para una compañía telefónica.

Me dicen que tienen mi currículo, y que están interesados en ofrecerme una entrevista para ver si estoy capacitado. Se me explica por teléfono, un poco a grosso modo, de lo que va el trabajo. Básicamente es ir vendiendo por las casas un producto, es decir, comercial. Como nunca lo había probado, dije que estaría encantado de asistir.

2º día:

Pregunto a la recepcionista y ésta me dice que tome asiento y me espere. Veo que hay más personas sentadas a mi lado, algunas impacientes, y otras con cara de desgana. De una puerta veo salir y entrar a gente trajeada… y yo con estas pintas.

Se escuchan unos gritos, que provienen de una especie de cuarto para reuniones. El que parece el jefe, esta motivando a los empleados a salir a la calle e hincharse a ventas. Lo hacen de tal modo que parecen espartanos preparándose para la batalla de las termópilas. Asustan bastante creedme.

Me hace pasar el tipo que me entrevistará. Me extiende la mano, y se la doy con la fuerza e inclinación correctas, después de que el tome asiento, hago lo propio.

Me explica de que va el puesto, me pregunta sobre mi y mis anteriores trabajos, y me da unas directrices para el día siguiente, es cuando comenzaré a trabajar.

Debo ir bien vestido, aseado, y me dice que comeré allí, pero que no lleve dinero, ya que de eso se encarga la empresa.

3º día:

Mi gran día, no estoy nervioso, pero si un poco acojonado, no quiero tener que gritar: ¡Hu Ha! No quiero enfrentarme a los persas.

El caso es que pinta bastante bien, me toco de compañera una chica que estaba embarazada y muy ilusionada con el puesto de trabajo. Con nosotros iba una persona que ya llevaba tiempo trabajando allí, y que nos iría aconsejando. Bueno, lo cierto, es que al ser el primer día, dijo que ella vendería y que nosotros tomáramos nota. A mi nadie me dijo que tenía que llevar un cuaderno ni bolígrafo.

Casi por obligación, nos dejan entrar en una casa. Era un adolescente, y decía que sus padres no estaban. El chico no estaba muy dispuesto, pero no se de que modo, se le consiguió convencer de que era interesante, y que debía convencer a sus padres.

Después de varios clientes potenciales, hubo uno que me dejó buen sabor de boca. Era un hombre que parecía un poco excéntrico, dijo que no le interesaba, alegó que ya había un libro que hablaba del control sobre las personas, y que el no quería que se interfiriera en su vida privada, que no quería un gran hermano.

Yo le miré y le dije: 1984, a lo que el me contempló con cara de incrédulo para después sonreír.

A la hora de comer, nadie mencionó nada sobre el dinero. Ya suponiendo que cada uno tenía que pagarse lo suyo, decidí no pedir nada, ya que no llevé ni 1 euro. Hubo una persona que se ofreció a invitarme, pero sabia que no volvería al día siguiente, por lo que, después de agradecerle el gesto, le negué la invitación.

Al final del día:

El de recursos humanos me preguntó que tal todo, y le expliqué, que yo no valía para ese puesto de trabajo, que le agradecía enormemente la oportunidad, pero no estaba realmente interesado. Se lo dije no con estas palabras, si no de una forma más suavizada y sutil. Me dijo que no había problema y que si en algún momento cambiaba de parecer, allí estarían.

Me encantaría trabajar en una cervecería, así podría ser el psicólogo de algún borrachín.

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viernes, 12 de noviembre de 2010

Capítulo 20 - Humor

Desvaríos:

Justo cuando más se desarrollan mis facultades, menos me importa y menos me sustento en ellas. Cuando más preparado estoy, es cuando menos voy a aprovecharlo.

Ahora me considero un “Neo nato”, un recién nacido. Todo me resulta nuevo e interesante. No tengo esa necesidad que tenía de conversar, de sentir el calor humano.

En la película “Annie Hall”, Woody Allen cuenta un chiste:

- ¿Conocen este chiste? Dos señoras de edad están en un hotel de alta montaña. Y dice una: ¡Vaya! Aquí la comida es realmente terrible, y contesta la otra: Si, y además las raciones son tan pequeñas.

Después, dice lo siguiente:

-Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad; miseria, sufrimiento, tristeza, y sin embargo se acaba demasiado deprisa.

Recordar esa frase me hizo sentirme muy bien. Pero duró poco, hasta que recordé esta otra frase del maestro Miguel de Cervantes: "El que larga vida vive mucho mal ha de pasar."

No sabía como tomármela. Dije: Miguel, no me hagas esto, dime algo que sí quiera oír.

Empezó a parpadear la bombilla que tengo por lámpara, y entonces vislumbre la imagen del genial Miguel.

- Querido amigo, mi obra no has concluido ¿Acaso eres de esos que alardean, sin todo haber leído? – Dijo Cervantes-.

- Bueno Miguel… algo he leído, no demasiado, y no por que tus escritos así no lo merezcan – alegué mientras se me caía la cara de vergüenza-.

La imagen de Cervantes se me acerco al oído, y dijo lo siguiente: “Sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, sin otras manos que le acaben que las de la melancolía”.

Cuando se fue le note un poco enfadado. Me da a mí que ha visto el libro de “Rebelión en la granja” y estoy bastante seguro de que no se lleva muy bien con Orwell.

Da igual, el caso es que la frase que me dijo, consiguió sacarme una sonrisa. Ojalá algún día me visite Groucho Marx, le invitaría a un puro y una copa de coñac, estaríamos horas y horas charlando de banalidades y riéndonos. Supongo que es lo que haríamos, no me imagino a Groucho jugando conmigo al “Mortal Kombat”, pero nunca se sabe.

Creo que lo más maravilloso de la vida es el humor, o creo que el humor es el camino correcto a muchas conclusiones.

El amor esta muy bien para “Hollywood”, para los comercios, para las empresas de cosméticos; ropa, transportes, telefonía, contactos personales, para discográficas, también para fotógrafos, para restaurantes y librerías, para el y para ella. Y claro, para las personas, para sentirnos útiles y felices, para sentirnos apreciados, para embelesarnos y encapricharnos en la imagen que proyecta nuestro ser amado. Pero si cambia el amor, el giro que da es de 180 grados.

Entonces empiezan las guerras y las catástrofes, entonces sacamos lo peor de nosotros.

Me coloco en la casilla del humor, me doy media vuelta, y… ¿Qué veo? ¿El aburrimiento? ¿Tristeza? Seré un estúpido al pensar esto, pero la casilla del humor esta llena de cemento que impide darnos la vuelta.

Soy “nuevo”, me siento “nuevo”. Quiero hacer cosas, tengo proyectos, se me ha disparado la perspicacia, la ironía.

Igual no es así, pero es lo que percibo.

Capítulo 20º

De madrugada a mañana:

Días lloviendo, días grises, y me acuesto cuando sale el sol, y que sol.

Me acurruco en cama, y hago eso que mi bisabuela solía denominar como “acocharse”. Básicamente es acurrucarse bien en cama. Este término lo he buscado, y significa agacharse o agazaparse. Pero para mi es acurrucarse en cama.

Procuro coger bien la postura, y después de haber tomado el idalprem, estaba seguro de que no me costaría dormirme.

A veces podía más mi insomnio, pero confiaba que en esa ocasión no tardaría en aparecer Morfeo.

¿Pero que es lo que escuchan mis oídos? Las putas palomas picando en el tejado, una vez tras otra, y el caso es que no se como han hecho el tejado de tal forma que amplifique los sonidos ¡Menudo escándalo!

Y las escucho con sus patitas amorfas correteando de un lado para otro, y no se que estarán hablando, pero no paran de arrullar ¿Una paloma tiene tanta vida social?

Odio las putas palomas.

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Capítulo 19 - Brote

Desvaríos:

No sé si no me gustan los demás, por como son, o por lo que hacen. Sea como fuere, es imposible cambiarles. Para poder ver a la gente que me rodea de otra forma distinta, creo que debo cambiarme a mí.

Tras 3 días, el resultado es bastante esperanzador.

He sentido pesar en algún momento, pero nunca sentí que debía dejar de cambiar. Pero necesitaba un “algo” que me motivara, esto requería una permuta apropiada.

Lo he conseguido. Lo más difícil ya está, me toparé con escollos en el camino, pero de esta forma me sentiré más satisfecho al llegar al final.

Probablemente sean todo visiones abstractas de lo real. Alguien se preguntará ¿Y como me veo yo?

Después de lo leído, se podría pensar que ahora yo me definiría así:

Soy una mierda, nadie me quiere, no tengo ninguna virtud, y bla bla bla, y más bla.

¡Pues no! soy la persona más anormalmente normal del mundo, o al menos así es como me veo yo. Con enorme cantidad de defectos y virtudes. No creo que físicamente llame la atención, ni por mis atributos positivos, ni por los negativos.

Lo que más me gustaría cambiar sobre mi persona, sería la forma de pensar y razonar. Daría todo para que mi cabeza aminorara la marcha, o que al menos no pegara esos acelerones que me hacen machacarme.

En cuanto a los desvaríos, alteraciones de ánimo y visiones, lo bueno es que mi razonamiento es cognitivo. Puedo imaginar cuando algo es irreal, y puedo saber cuando las pautas que tomo son ilógicas o cuando mis pensamientos son enfermizos. Muchas veces dudo, pero acabo sabiendo cual es la solución.

Recuerdo una charla con la psiquiatra.

Le comenté que la noche anterior, había tenido una alucinación. Observé el monigote de un anuncio de galletas al lado de mi cama, posando firme y mirándome. Ella se echó a reír, ya que después de explicarle el anuncio, lo reconoció. Me dijo que era bueno que supiera distinguir lo real de lo irreal, que lo malo sería, que en lugar de haberle dicho, he tenido una alucinación con este personaje, le hubiera comentado que le ví sin más.

“Pedes in Terra Ad Sidera Visus” que viene a ser: “Pies en la tierra, mirada al infinito”.

Capítulo 19º

Domingo:

Las palabras no fueron malintencionadas, pero hay muchas formas de usar la franqueza. Igual lo exageré demasiado, si no yo, mis oídos.

El resultado: acabe temblando sentado delante de mi ordenador, apoyando mis manos en mi cráneo, y apretando los dedos con fuerza contra este. Cada vez más y más hasta que cerré el puño y comencé a golpear.

Ideas brutalmente absurdas, ideas estúpidas e irreverentes conmigo mismo, comenzaron a rondarme la cabeza, después de un par de lagrimones conseguí calmarme. Ya había pasado por eso antes, y aunque cuesta enormemente controlarse, tengo que hacerlo. Estoy lo suficientemente demente controlando impulsos, ni me quiero imaginar lo que pasaría si me dejo llevar.

Me acuerdo del anterior brote psicótico. Normalmente no consigo asociarlo, por que lo suelo rozar de vez en cuando, y a veces se parece mucho a alteraciones que suelo tener. Pero hay una diferencia, el lenguaje desorganizado.

Me expreso a trompicones, formo frases ininteligibles. Mi lengua baila como un cocainómano en un “after”.

Salí de casa corriendo como un poseído, no sabia hacia donde ir. Puse rumbo a un monte cercano, yo corría y corría cada vez más rápido, por la falta de costumbre lo normal hubiera sido que me cansara, o que fuera reduciendo la velocidad, pero no fue así.

Apartado de todo lo demás, comencé a tener espasmos, pero me obligué de tal modo a relajarme que termine con las extremidades agarrotadas y totalmente firmes, todo acabo con una especie de síncope. Después de 1 hora volví a casa.

Ni si quiera recuerdo en lo que pienso para conseguir paliar un brote, supongo que será por la parte cognitiva de la que dispongo, lo que consigue dar un resultado. Pero es preferible eso.

Si no consiguiera hacerlo, comenzaría lo absurdo, el delirio.

Cuando te importa todo nada. Cuando nada importa. Cuando todo sobra, y cuando la nada significa la calma y dejar de pensar. La salvación.

Es cuando 4 tíos sudorosos, con poca higiene, sobre todo, y no se porque, en su zona axilar, comienzan a agarrarte para que no te muevas.

Te inflan a neurolépticos incisivos para ver si explotas, menuda cura de mierda. ¿Es que acaso es seguro al 100% de que mi problema sea por el exceso de alguna sustancia en mi organismo? ¿Seguro?

¡Ui! ¡Si mira! tengo los receptores hechos trizas, además segrego demasiada dopamina. Putos gilipollas.

Y después los neurolépticos sedativos, con mis queridos ansiolíticos, llamadles sedantes, yo les llamare idiotizadores.

Diazepam, como no, más mítico que las papas bravas, pero también tenemos a mi buen amigo el Sinogan, este no te calma, este te transporta a “El mundo de Oz”.

De enajenado a zombie, es un gran paso que todo perturbado debe dar.

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lunes, 8 de noviembre de 2010

Capítulo 18 - Metamorfosis

Desvaríos:

Después de limpiar el vaho de mi espejo, he conseguido verme, y lo que he visto no me ha gustado en absoluto.

Existen partes de mí, que no las he elegido, me han sido impuestas. Cosas que yo considero sumamente importantes.

Sólo me queda aceptar todo lo que soy, y todo lo que tengo.

Me armé de explosivos y me planté delante del edificio de mi vida. Coloqué los explosivos en las partes que quiero arreglar. Me han dicho que quizás este haciendo mal y que alguna de las bombas puede estar al lado de un pilar maestro, y que esto consiga hacer que se desmorone todo el edificio.

Nadie más que yo, sabe que es una actitud errónea, pero estoy tan sumamente seguro que es lo correcto, que debo seguir adelante.

Se me ha implantado una soledad que no he buscado en absoluto. Lo lógico sería solucionarlo, pero he optado por abrazar esa soledad, he escogido no pensar en si hay una parte positiva, y por eso decidí, hacer mío lo que es mío aunque no lo quiera.

Me costará horrores cambiarme, seguramente dudaré, seguramente llegaré a pensar que no puedo seguir adelante, pero sé lo que he dejado atrás, y sé, que si me giro, me volveré de piedra. Yo eso no lo quiero.

No quiero arrastrarme más, quiero ser una persona sin ilusiones, para no llevarme desilusiones.

No voy a cambiar mi entorno ni un ápice, no voy a cambiar a la gente de mi alrededor, ni sus formas de pensar ni de actuar, pero conseguiré, o eso espero, que no exista nadie más allá de mis narices. Así se ha dispuesto, así sea.

He puesto mucho empeño para que esto no pasara. Aunque el fénix que resurja de las cenizas, sea más diminuto, e infeliz que el anterior, tal vez, y repito, tal vez, logre llevarse bien consigo mismo.

El otro día encontré una palabra nueva: esculcar.

Pensé que era una palabra que sé usaba sólo en países de Latinoamérica, viendo el significado, di mi opinión alegando que en España se suele usar el termino escudriñar.

Pues al final resulta que esa palabra si existe en el diccionario de la “RAE”.

Esculcar.

(Quizá del lat. tardío *sculcāre, y este del germ. *skulkan; cf. danés skulke, estar al acecho).

1. tr. Espiar, inquirir, averiguar con diligencia y cuidado.

2. tr. Registrar para buscar algo oculto.

3. tr. Ext. Buscar y matar las pulgas del cuerpo.

Seguramente eso lo sepa mucha gente, pero me alegró mucho conocer un termino que no conocía.

Me conformo con poco.

Capítulo 18º

En casa:

Muchos días me los paso sufriendo migrañas. En lo que va de semana además del dolor de cabeza, tengo los pulmones cargados de mucosidad. Llevo como 3 días levantándome más tarde de las 4 de la tarde, me suelo despertar en torno a las 12:00 o 13:00, pero suelo dejarme en cama desganado.

Tomé 3 aspirinas, y algo de mejoría noto.

Compré el queroseno para mi estufa, y me he dispuesto a llenar el pequeño depósito de su interior. Llevo 6 años calentándome de esta manera, y siempre dejo el embudo en una pequeña mesa del cuarto de baño. Y claro, cuando fui a por él, no estaba.

Regla de murphy de hoy: Las cosas sólo se cambian de sitio, o desaparecen, cuando las necesitas.

Llevo toda la tarde buscando un puto embudo. Al final tuve que pedir uno prestado. Odio los ladridos de mi perro.

El primer año de uso de mi estufa, esta no despedía ningún olor significativo, además ya ponía en la etiqueta del queroseno: “sin olor”.

Pero después del 2º año eso cambió, mi habitación huele a aeropuerto, y estoy dándole a mi estufa las señales pertinentes para que realice la maniobra de aterrizaje. Pista 7 libre.

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domingo, 7 de noviembre de 2010

Capítulo 17 - ECM

Desvaríos:

ECM: Experiencias cercanas a la muerte.

1º caso: Con 10 años estuve algunos días ingresado en el hospital, por una meningitis que se cogió justo a tiempo, o quizás no tanto. Ya que mi psiquiatra, opina que eso pudo dejarme un 15% de secuelas. No de déficit mental, si no de abstracción de la realidad.

Recuerdo que me levanté de la cama, para empezar a cambiarme muy ilusionado, iba a volver a casa. Me senté en un sillón color marfil que había en la habitación, y me quitaron la aguja.

Me dijeron que se me quedaron los ojos en blanco y perdí el sentido, acabé desmayado casi cayendo por completo del sillón. Yo me acuerdo perfectamente que por unos segundos, ví una enorme calle, con luces muy tenues, que estaba totalmente vacía. Tenía árboles a los lados, y la perspectiva de esa visión, era muy exagerada. Luego volví en mí.

2º caso: A los 12 años de edad, bajando una cuesta con bastante inclinación, se saltaron las zapatas de los frenos de mi bicicleta. La cuesta era muy empinada, pero realmente tampoco era muy larga. Al final de esta se cruzaba una calle no muy concurrida por vehículos. Me asuste mucho cuando ví que la bici no frenaba, y que casi no tenía tiempo para maniobrar, no sé por que en lugar de girar bruscamente o empotrarme contra una de las paredes de esa cuesta, opte por seguir de frente y procurar estamparme contra un vallado metálico que había en el otro lado de la acera.

En cuanto terminé de bajar la cuesta, y me crucé por la calle, un Opel Corsa negro me embistió lanzando por los aires mi bicicleta, y dejándome en el otro lado de la calle. Yo levanté un poco la cabeza, estaba sangrando a borbotones por las rodillas, y no conseguía moverme. En ese momento un Mercedes color butano, vino frenando hacia mi cara, iba tan rápido que, aunque tuviera margen suficiente, chocó contra mi frente y nariz.

Ahí es cuando literalmente, dejé de estar en ese momento y en ese lugar. Recapitulé recuerdos como espectador y no sabia en cual me encontraba. Después imágenes borrosas, y yo en una camilla.

3º y 4º caso: Muy parecidos, yo me encontraba embriagado por algunas sustancias, estaba riendo con conocidos. No me encontraba mal en ningún momento. Pero de repente perdí la conciencia y caí al suelo. Entonces volví a ver los flashbacks, las supuestas diapositivas de mi vida. Estaba sentado viendo una pantalla, y sabia que tenia que elegir correctamente con cual quedarme, esa situación para mi duró años. Hasta que por fin logré escoger adecuadamente el momento en el que estaba. Así es como recupere el conocimiento y me levanté.

5º caso: Simplemente me ví en el suelo sudando.

Capítulo 17º

A veces escuchas tanto una cosa que te la acabas creyendo. No encuentras ni ganas ni fuerzas para rebatirlo.

Cuando escuchas 1.500 veces que eres una mierda, empiezas a percibir tu propio hedor. Ojalá me hubieran llamado mierda 1.500 veces. Hubiera sido mejor que me lo llamen a que me traten como si lo fuera.

Todo un día:

Paseando observo caras de asco, extrañeza. No debería ni de existir. Ni sueño con pedir una conversación.

Pienso en esa frase que dice: “no pidas lo que no puedas dar”, lo lamentable del asunto, es que da igual que estés dispuesto a dar, quizás no exista el “quid pro quo” que esperas, quizás a los que más estés dispuesto a dar, o de los que más esperes, te traten como si no fueras nadie.

Cuanto valor tienen algunas personas, tergiversando, logrando darle la vuelta a las cosas, para crear espejismos y tener una razón efímera del porqué de sus actos.

Como dijo John Hammond: "Yo no culpo a las personas de sus errores, pero si pido que paguen por ellos".

Frustrado, esa es la palabra que busco, así es como me siento al ver que la gente se acomoda en sus ideas, y que nunca se les pasa por la cabeza, el que puedan estar equivocados. Comienzan a debatir sobre temas, se sitúan en una posición, de la que no están totalmente seguros, pero no escuchan lo que el otro dice.

Son personas que temen estar confundidas.

Me cansa mucho hablar durante 20 minutos para que la otra persona asienta con la cabeza. Me agota escribir párrafos extensos para que alguien me responda con un emoticono.

Estoy aburrido de todo esto, sólo quiero que termine. Ojalá mis próximos 50 años, se me pasen en 5 minutos.

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sábado, 6 de noviembre de 2010

Capítulo 16 - Débiles

Desvaríos:

Tenía cita con la psiquiatra el mes pasado, el día 23, pero no fui, ya que por esa fecha, sucedió algo que no pude controlar, y estuve 1 semana en ausencia con mi entorno. Acabo de poner un papel delante de la pantalla, para acordarme de pedir otra cita esta semana.

Desde que escribo para mitigar un poco todos los pensamientos, para apaciguar un poco mi mente, noto que se ha incrementado significativamente, lo que se suele denominar “intuición”, no en todos los aspectos, debo añadir.

Esto no es del todo positivo, ya que por el contrario, se han multiplicado las variables que suelo barajar, y esto sigue sucediendo constantemente.

Sé que mi realidad esta deformada, sé que veo curvas donde otros ven rectas. Necesito mantener siempre un punto de vista coherente, por eso casi a diario hablo con mi ángel de la guarda, el me aconseja sobre lo que haría una persona cuerda en mi situación. Además de mostrarme el punto de vista, procura que lo razone.

Aunque termine haciendo… Mmm, no se me ocurre otra forma de decir: “lo que me salga de los huevos”… ¡Ah si! ya sé, vuelvo a empezar, no quiero que nadie piense que no se expresarme sin recurrir a palabras malsonantes.

Aunque termine haciendo, lo que me venga en gana, siempre, o casi siempre, tengo en cuenta el punto de vista de una persona coherente. Yo necesito ese punto de vista, pero ¿un cuerdo lo necesita?

Débiles, no consiguen pensar por si mismos, con 2 palabras otras personas consiguen que cambien su opinión, que dejen de ser ellos, para ser otra cosa. A menudo los débiles usan términos, frases hechas, o comentarios que han oído, sin contrastarlo, sin reflexionarlo, y lo expresan como suyo.

Yo tengo excusa, mi realidad es peculiar, siempre teórica. Pero... ¿Y ellos? ¿Cuál es su excusa?

Tienen unos patrones, unos valores, unas experiencias, una sabiduría, todo esto de forma racional, y sin embargo, se dejan embaucar por otros. Puedo imaginar que existan personas con la necesidad de subirse el ego, o la necesidad de obtener un beneficio, o simplemente que se valoren por aprovecharse o tener autoridad sobre alguien. Pero no entiendo la otra postura, la de los débiles.

Cuanta más información tengamos sobre cualquier cuestión, más preparados estaremos para afrontarla, y si dicha información la tenemos de primera mano, estaremos más que preparados para actuar o sacar una conclusión.

Sin embargo, esto que parece tan lógico, para los débiles no lo debe ser tanto. Dejan que otros opinen, para obtener otro punto de vista quizás… ¡Error! Cogen ese punto de vista y lo hacen suyo, aunque sea menos válido, ya que no esta obtenido de primera mano. De esta forma, los débiles se equivocan, cometen disparates, son injustos con los demás, o no son justos del todo.

Me voy a dedicar una frase a mi mismo: “Primum vivere deinde philosophari”, primero vivir, después filosofar.

Débiles del mundo, podéis proceder a cogerme los testículos, y después restregar estos por vuestras caras.

Capítulo 16º

De Chupitos:

He quedado con un grupo de gente para salir de chupitos.

Hacia tiempo que no veía tantas sonrisas, que no escuchaba tantas carcajadas. Me sentía muy bien al ver a la gente de mi alrededor feliz, y pasándoselo en grande.

En el primer local, me pedí 2 chupitos seguidos, uno llamado “amarillito” y el otro llamado “69”, el primero sabia bastante mejor que el segundo.

En otro local me tome un “tequila sunrise”, esta francamente delicioso, además la pajita era una regaliz de fresa.

Después de otro chupito en otro sitio, fuimos a una discoteca. Recuerdo muy bien la canción de “B-52’s” llamada “love shack”. Incluso me permití el lujo de moverme un poco con ella.

He visto un tío con un peinado que roza lo absurdo, más que peinado era una putada.

Uno de sus acompañantes se cayó al suelo cerca de mí, tan cerca que me empujó un poco.

Con el también cayo una chica. Después, en el suelo, allí tirados, se dejaron estar como un par de minutos riendo mientras la demás gente les observaba. Es maravilloso poder olvidarse de lo que te rodea.

Fuimos a dar un paseo por el muelle, estaba lloviznando un poco, y pude observar a un par de ancianos que iban a pescar, o eso supongo, por que sino… ¿Para que quieren las cañas?

Íbamos despidiéndonos con cuenta gotas, hasta que al final me ví caminando para la parada de taxis. Se había acabado otra noche. Me acostaré, y mañana será un día como otro cualquiera.

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