miércoles, 27 de abril de 2011

Y despierto... Don't You Forget About Me (+18)

Este relato es de caracter erótico. Las voces de los famosos son pobres imitaciones, debido a su contenido les aconsejamos que no lo lean.





Banda sonora del relato

Y despierto… ¿Dónde estoy? Tumbado en una cama de matrimonio con la colcha un poco arrugada, y oliendo a tabaco.
Habíamos tenido algún rifirrafe los últimos días, pero espero que vengas. Sonrío al verme a tantos kilómetros de mi adorado Madrid.
La habitación de este hotel de Santander me hace sentirme frágil, pero pronto tus brazos me rodearán. Aquí he despertado, y aquí es donde más te echo de menos, en este lugar donde nunca he visto tu imagen. Sigo sintiéndome mal por los celos, ya que sé, que Raúl no tiene ninguna oportunidad contigo.
La última riña no fue importante, seguro que pronto aparecerás por esa puerta. Simplemente se me hacía raro quedar en Santander, siendo tú de Salou y yo de Madrid. Raúl es de Santander…

Y despierto… dos golpecillos sinuosos a la puerta de la habitación, seguidos de un: -Abre, soy yo. Ellos los culpables de mi despertar.
Que débiles tengo los muslos, les cuesta siquiera existir, y mi mano… que lentamente se acerca al pomo. No quiero balbucear cuando te vea. Abro la puerta, y maldigo mis ojos. Mis ojos no merecen contemplar toda la belleza que veo. Nadie merece percibir, la definición más pura de maravilla.

- Ho… emm... hola –consigo balbucear como medianamente puedo- pasa, pasa.
- Lo vamos a hacer así, después de tanto tiempo. Que pena…

Ahí es cuando te agarro fuertemente del cuello con mi mano derecha, y mientras acaricio tu mejilla con mi pulgar, aprieto tú nuca con el resto de dedos, para que notes mi lengua como juguetea. Me agarras fuertemente del pelo, me apartas, y cuando uso mi brazo izquierdo como palanca, y consigo aferrarte con fuerza; echas hacia atrás mi cabeza y me muerdes el cuello. Dejo caer mi mano derecha, y apreso mis dedos detrás de tus nalgas, las noto tan duras que me pongo más cachondo aún. Te aprieto contra mi, quiero que notes como me palpita, quiero que sientas lo dura que se me ha puesto. La siento caliente, porque sé que está pegada a ti.
Siento un dolor agudo, un pinchazo, y veo como te apartas de mi cuello; tienes el labio inferior manchado de rojo. Me toco cerca de la nuez y veo que sale un poco de sangre, mas tu cara, relamiéndote de gusto, me excita de sobremanera.
Nadie, nunca, en ningún lugar, dijo tanto con una mirada como tu en este momento. Te llevo de la mano… te llevo a la cama. Te dejo de espaldas a ella, y comenzamos otra vez a besarnos. Despacio, pero forzando los labios al máximo, se acercan tanto, que consiguen traspasarse el uno al otro.
Vuelvo a comprimir nuestras pelvis, apretujados otra vez, tú eres muy femenina con tu contoneo, suave y delicado.

- Carlos… puedes hacerlo mejor… necesito sentirme más deseada… -suspiras de forma arrítmica-.

Ahora serás mi víctima, al no haber traído un cinturón. Te bajo rápidamente el pantalón con las dos manos, y comienzo a lamerte el pubis, mordisqueo tus muslos y espachurro tus glúteos, mientras te acerco más a mi. Agarras mi cráneo y me obligas a comerte por dentro, tan mojada y dulce… Meto la lengua hasta el fondo, y tus labios vibran… emiten un sonido que me pone cachondísimo, y me sigues obligando a comerlo.
Me empieza a doler, de tantas ganas que tengo de hacértelo. Me detengo un instante para bajarme fugazmente el pantalón, empujarte a la cama, echarme encima de ti, y meterla hasta el fondo, donde ahí permanece hasta este momento.

Y despierto… Llaman a la puerta, una habitación, y tengo los calzoncillos mojados. Me apresuro a la puerta, la abro y te veo a ti y a Raúl cogidos de la mano.

- ¿Qué haces aquí Carlos?

No debí haber venido, nunca he pasado un momento tan bochornoso en mi vida. A cada peldaño que bajo, el mundo se separa de mis pies. No debí de haber discutido contigo.
El pensamiento de que no te querrá tanto en cien años, como yo en un segundo, se esfuma… Me queda el pensamiento de que el es mejor.
Sigo bajando por las escaleras, y despierto…

En una habitación llena de humo. Me levanto, veo una bañera llena, y vaho en el cristal. ¿Qué sucede? Cabizbajo me dirijo a la mesilla, pulso la tecla del móvil para que ilumine mi rostro, que contempla nada. Ninguna llamada, ningún mensaje.
No veo nada interesante en la televisión, seguramente alguna película que me apetezca ver, pero todo se me torna estúpido en este momento. Son las 5 de la mañana… no has venido. He bostezado, ni siquiera he contado cuantas veces lo he hecho. Es muy tarde… No has venido.

Y despierto… despierto en mi habitación. Ni siquiera he ido. Ni siquiera merezco ir. 
Pero, don't you forget about me.

martes, 26 de abril de 2011

05 - Quemar y tirar

Banda sonora del capítulo

Desvaríos:

¿Recuerdas ese peluche de “i love you”?
¿Esas bragas de encaje?
¿Esas polaroid donde salíais juntos en el parque?
¿La carta que te escribió, donde se leía un poema romántico?
¿La pulsera?
¿El anillo?
¿La camisa que te ha regalado, y que sigue teniendo su olor?
¿Recuerdas el bloc de notas color azul marino, donde había escrito un “te quiero”?
¿Te acuerdas de los pequeños objetos que ha dejado en el cajón de la mesilla de noche?

Tarde o temprano, ahí los ves. Ellos te hacen recordar. Siempre hay que ser uno mismo, siempre hay que ofrecerlo todo sin esperar nada.
¿Y para que? Pues verá usted, es bien sencillo. Al final se reduce al poso que queda en la taza de café. Es lo que queda.
Se soluciona muy fácil. Simplemente, descarga de culpa.

Borra canciones, quema cartas, tira peluches. Aunque no miremos a “Los intocables” todos los días, sabemos perfectamente que se mueren sin remedio, sin ayuda.
Por desgracia, para las cosas negativas, o situaciones que me han ofrecido horas de lágrimas, tengo buena memoria. Sin embargo mi recuerdo dura 8 días.
Pero eso alegra. Sé que no se sufre por mi recuerdo, pues este no ha tenido tiempo ni de existir. Yo recuerdo, y eso me llega. A todas horas, y todos los días, y habiendo pasado años, sigo recordando.

Por eso yo no quemo, yo no tiro. Tengo que forzar mi corazón, por decirlo de una forma suave: Estoy hasta los putos cojones de ser un tipo demasiado sensible, como para poder relacionarse socialmente. Todo me afecta, todo me hace daño.

Siento no poder responder con un: Bien, gracias.

Recuerdos:

Recuerdo noches en vela, esperando a que el móvil vibre. No me llama ni la empresa telefónica para ofrecerme un placebo.
Recuerdo días largos. No todos los días duran 24 horas.

Diario

Uso latas de Aquarius para tirar las colillas. En lugar de tirarlas, las voy guardando. Las lleno de agua, y después de haber depositado toda la ceniza, en el cenicero, arrojo la colilla al interior de la lata.
Me gusta el silbido que se oye.

Me habían ofrecido ayudarme con el tema del trabajo. Lamentablemente, debido a la depresión, y al estado psicótico, no puede ser. Siempre me quedará el viaje a Japón.

Ahora mismo estoy tecleando. Y… ¿Qué puedo contar? Ah, bueno, si.
Creo que he vuelto a engordar, ahora peso 130 kilos, además mi estatura ha menguado, mido 1,70.

He escrito un relato. Tenía ganas de volver a escribir un relato erótico, pero ciertamente se me ha ido un poco hacia otros derroteros, la cabra tira al monte. Lo que pretendía en un principio, algo erótico, sensual, quizás pornográfico, ha quedado un thriller psicológico.

Modificando un poco el código html, pongo los enlaces de videos a youtube, de una forma que no se vea el video. Así queda como una especie de banda sonora para lo que escribo. Igual me voy animando a poner las canciones que escucho, mientras dejo de pensar, y escribo.

Por cierto, el relato iba a llevar el título de: Y despierto… pero no sé si cambiarlo por el título de la canción que lo ha inspirado. Igual no, lo primero no siempre es lo mejor, pero lo primero tiene magia.

Otro por cierto…
Puedo empujar las palabras, es un don. Mire:

Palabra
              Palabra
                                                    Palabra
                                                                                                                              Palabra

Ahora ya no tengo fuerzas.

Dejar de ser necesario, es necesario para dejar de ser. Pero dejar de ser, nunca es necesario.

lunes, 25 de abril de 2011

04 - Por poder...

Desvaríos:

Delante del espejo, el mentón temblando, los orificios nasales dilatados, lagrimas en los ojos, rasguños tenues en los antebrazos.

- ¿Qué tienes de malo? ¿Qué tienes tú de malo?  ……… …………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………… ¿Qué tienes de malo?

Me observo, me contesto, me escucho y asiento.
- Todo. Das asco y miedo a partes iguales. Mírate.

Recuerdos:

Recuerdo un señor de unos 75 u 80 años. El en la cinta, yo en la bicicleta elíptica. Me mira, le miro, sonríe, sonrío. Entonces comienza la carrera. En la televisión emiten ciclismo.
Creo que los tipos en mallas de la tele nos dirigen, pues parece que vamos a su ritmo. Pero el señor de 80 tacos se “pica” conmigo.
¿El resultado? Ha ganado él “de calle”. Yo no se que le dan a ese tipo para comer, pero joder… yo tengo sangre en las venas, no gasolina.

Diario

Semana Santa (Principio)

Básicamente, he ido al gimnasio. Activa la musculatura, siempre he pensado que pesaba 120 kilos y medía 1,71. Pero se ve que peso 89 kilos y mido 1,73. Yo me sigo viendo igual de ancho, creo que es por que el músculo pesa menos que la grasa, reduces peso pero la apariencia es la misma.
Desde que voy al gimnasio casi no escribo. Supongo que si se añade algo, se quita algo. No compensa.

Julio está mucho mejor. Le han quitado la venda, la cicatriz es de unos 8 centímetros. Se plantea seriamente el operarse o no la otra pierna, dice que duele más de lo que esperaba, y no quiere tomar pastillas a todas horas, para reducir la inflamación, o el dolor… otro como yo.
Eso si, yo me atiborro a bebidas de cafeína, y que llevan gas. No debería por la úlcera, pero gracias al gimnasio, me encuentro mejor en ese aspecto. Tengo menos migrañas, pero duele lo mismo cuando aparecen.

Alucinaciones auditivas, sólo por la noche, táctiles ninguna. ¿Visuales? Bueno, no veo a nadie que no debería estar, pero las dianas y anotaciones anexas a diálogos, siguen apareciendo, cosa que me ha ayudado en alguna ocasión.

Semana Santa (Final)

Lo del blog no me ha ido mal del todo, he conocido a personas magníficas gracias a el. Concretamente he quedado con una persona, habiéndola conocido anteriormente por este medio.

Ha sido un día muy agradable, me he reído como hacia tiempo no lo hacia. Me he sentido apreciado y valorado.

Me ha valido también, para darme cuanta de que necesito empleo, pero ya, y cuando digo ya, digo ayer. Necesito trabajo. El gimnasio me aporta 2 horas y media de entretenimiento, de ver personas, y de actividad física. Pero necesito más tiempo, necesito un empleo donde esté más tiempo haciendo algo, y además… tener un sueldo. Quiero cotizar, tengo 4 años cotizados, haciendo cálculos, debería ponerme a trabajar “ya”, y no dejar de hacerlo hasta que me jubile, que a este paso, y según veo… será a los 90 años. Me veo jubilado siendo un zombie de 90 años, viendo obras con otros zombies.

Lunes 25 de abril

Hoy no he ido al gimnasio, lo he dejado. ¿Por qué? Porque para levantar algo, ha de haber algo que levantar, y he vuelto a dejar de ser, he dejado de estar.

La vida puede ser maravillosa. El quid de la cuestión está en ese “puede”. Porque por poder… todo puede ser cualquier cosa.

Regla de Murphy de hoy: Cuando alguien te aprecie, cuidado. Pues detrás de ti viene alguien, que compondrá tu Réquiem.




miércoles, 13 de abril de 2011

02 - 3 sueños y una tibia

Desvaríos:

Los 3 sueños:

El fin
Después de un golpetazo abrumador, en forma de sonido ensordecedor, despierto y me incorporo de un salto. Dándome cuenta de que lo único que perciben mis oídos es un extraño silbido, tan agudo que no puedo discernir que ruido está dentro y que ruido está fuera, me acerco a la ventana.
Abro la persiana, los pelos de los brazos se erizan y mis cejas se tornan abruptas para reflejar lo que observo.
El cielo naranja, naranja cobrizo. A lo lejos, donde están los montes, veo ráfagas de fuego, hilos de humo, unos finos otros gruesos, muchos hilos de humo.
Las casas cercanas a la mía están destrozadas, como su fuesen de chocolate y Hansel y Gretel se hubieran comido más de la mitad de estas. Respiro azufre, pólvora, y noto un olor que no sabría reconocer, quizás napalm.
Árboles, como todo el resto de la vegetación, arden, arden, arden, arden, arden, el fuego muy vivo, como nunca he visto un fuego, vivo y devorando.
El silbido va menguando y deja paso a un rumor que es aullido, a un alboroto que es desesperación. Lentamente agacho la cabeza y, cuando mis ojos presionan el párpado superior, ellos también ceden, y comienzan a descender.
Veo a mis familiares, a mis vecinos, llorando lágrimas de sangre por sus cráneos, de pie, con el puño en alto.
Y gritan, gritan esas 3 palabras, orgullosos de haber vivido, y como niños sufriendo por el cese de toda emoción y pensamiento, que a poco se producirá.
Olor insoportable, repugnante, hace que carraspee decenas de veces, y ahora tan sólo puedo escuchar a mis allegados gritando esas 3 palabras, con lágrimas en los ojos, orgullosos de ver el cese de la vida.
Los escucho en silencio mientras sonrío.

- ¡Es! ¡El! ¡Fin!
- ¡Es! ¡El! ¡Fin!
- ¡Es el fin! ¡Es el fin! ¡Es el fin!


Por la boca de la Hidra
Isla del mediterráneo, pasan 13 minutos de las doce de la noche. Cena de amigos, charla distendida, desde lejos se ve miel, pero huele a podrido. Una noche tranquila en la playa.
Brisa ligera que los segundos convierten en fuerte viento. Comienzan las aguas a volverse violentas, las olas no crecen pero la espuma del mar comienza a brillar de un azul turbio. Algo ocurrirá presagian algunos, otros se levantan de sus asientos.
Una fuerte columna de agua se levanta por encima de los 10 metros de forma veloz. Dinámica otra columna a la vera de la primera se alza casi hasta la misma altura. De formas rudas se entreve una mandíbula tosca, con dientes afilados y por encima de ella ojos de reptil. Se siguen izando las columnas de agua y así hasta 7.
7 serpientes que causan el pavor entre todas las gentes, enlazándose entre si, largos cuerpos que no tienen fin, no tienen fin eso parece, pero se apresuran hacia el final de un cuerpo grotesco, de textura áspera y color verde esmeralda. Ahí es cuando el cuerpo esboza un gesto de daño y se deja caer en las aguas que tocan la playa.
Una de las 7 serpientes, desciende con ademán combativo pero lento hasta posar el mentón sobre la arena. Todo ello para abrir sus ponzoñosas fauces y exhalar un aliento que quema los pulmones.
De su boca salgo con paciencia.
¿Qué hago allí?

Perforar
La broca penetra la sien. Se intuye poco, se ve menos, no obstante el dolor es inmenso.

Recuerdos:

Recuerdo que toda mi vida, como cualquier persona, he buscado la felicidad. Como en muchas ocasiones sucede, no es cuestión de buscar una respuesta, sino de cambiar la pregunta.
Al final sólo tenía que buscar la serenidad, la paz.
Recuerdo que por unas lunas cambié, dejé de buscar la serenidad y busqué la felicidad, y fueron las lunas más tristes que consigo recordar.

Diario

Odiado diario, hoy es día…13 de abril del año 2011.
Anteriormente, me imponía narrar un día a día en el libro que con fuerza escribía. ¿Cacofonía?
El caso es que ahora no, porque no.

He ido visitando a Julio, unas 2 veces por semana, lo va llevando bien. Ya le han quitado las grapas. Me ha dicho que la operación se debe a sus arqueadas tibias. Un problema más frecuente de lo que la mayoría se cree. Un mal del futbolista. Las piernas tienen un crecimiento distinto, por fuera crecen más, y por dentro menos. No es necesario operarse, pero si no se realiza la operación es posible que a los 40 años, haya que implantarle unas prótesis en la rodilla. Al tener las piernas de esa forma, el rozamiento del fémur y la tibia se realiza de forma anormal sobrecargando una de las partes.
Ahora le queda operarse la pierna derecha.

Esta semana de gimnasio muy bien. Quería ir de lunes a sábado unas 3 horas al día. En el anterior gimnasio, ese era mi horario. Pero estoy yendo 2 horas.
Llevo demasiado poco, con suerte dentro de 3 semanas, ya pueda ir 3 horas.
Al realizar ejercicio, el cuerpo tiene que recargar.
El cuerpo va al almacén y primero coge hidratos de carbono, como por ejemplo el azúcar. Cuando se han agotado las cajas de hidratos de carbono, que son las que más cerca está de la puerta del almacén, recurre a otro tipo de nutrientes, y por último a la quema de grasas.
El tema cardiovascular lo llevo bien. Pero eso si, mi brazo izquierdo es muy débil. Tendré que darle tiempo. El derecho es fuerte, supongo que por ser donante de semen.

No me aventuraría a decir que me apetece hacer más cosas. Pero si que no cuesta tanto hacerlas, o las pienso menos. Tengo que ir a comprar una bombilla, pues esta tarde iré. Mejor es mañana que hoy, pero mañana igual estoy muerto y no puedo hacerme con una puta bombilla.

El Depresivo se hace fuerte mientras Psicótico y Maestro, están jugando al cinquillo.

Un día no he ido al gimnasio porque no tenía ganas de enfrentarme al mundo, ni ganas, ni recursos, ni fuerza, ni valor, ni interés, ni razones para hacerlo.
No comí ese día. La comida sabe a mierda, el aire huele a mierda, y mi cama tiene la textura de una boñiga reseca.

¿Mañana?
Mañana no será otro día, mañana será otro hoy, con la única diferencia de un número más, tachado en el calendario.
Bendita ataraxia.

miércoles, 6 de abril de 2011

01 - El Fénix mojado

Desvaríos

- Es igual como lo pintes, para predecir el futuro no vales una mierda.
- Bueno, supongo que en algo habré acertado.
- ¿En qué?
- Ahora no sabría que decirte.
- ¿Cuándo has ido a la psiquiatra le has comentado que quieres volver a tomar la medicación?
- No. He ido allí y le he hablado de otras cosas, pero sigo sin tomar nada. Los efectos de la medicación, tienen más contras que pros.
- No me mires así que no estoy juzgando nada… ¿Has dejado de donar?
- No. He donado 8 veces tan sólo. Me han dicho que algunos donantes con 8 muestras, no necesitan llegar a la décima.
- ¿Y ahora?
- Esperar 6 meses, si quisiera cambiar de opinión, tengo tiempo. Luego de esos 6 meses analítica completa, y si la sangre está bien se puede empezar a utilizar.
- ¿Vas a cambiar de opinión?
- Antes tenía motivo Útyos, ahora la verdad es que no.
- ¿Algo más que no se haya cumplido?
- Bueno, sólo me ha llamado una persona al móvil.
- Por haberlo puesto en el blog.
- En realidad no. Yo al escribir en futuro imaginé lo que no era. Nadie me ha llamado por haber visto el número de mi móvil en el blog.
- He de suponer que no vas a intentar publicar tu “libro”.
- Bueno en realidad lo “archivé”, y lo he mandado a una editorial. Pretendo conseguirlo por la forma de antaño, buscar una editorial que crea en mí, y a plantar patatas. Sino siempre quedan otras opciones.
- ¿Sigues haciendo fotos?
- Si, siempre voy con la cámara.
- ¿Intentos de suicidio?
- Cero.
- ¿La úlcera que tal va?
- Bueno, a veces bastante mal, como las migrañas. Hay días que no soy capaz de comer por el ardor de estómago o el dolor de duodeno. De todas formas sigo pesando 120 kilos.
- 120 kilos… ¿Seguro?
- No me he pesado, pero más o menos supongo que eso.
- ¿Y ahora?
- Ahora a resurgir de mis cenizas. Seguir buscando una cura. Creo que la vida sedentaria añade fuerza a la depresión, e incluso al estado psicótico. Me anotaré al gimnasio, así tengo un motivo para salir de casa, además de poder escribir con el netbook en alguna cafetería.
- Depresivo… psicótico… ¿Y el tercero?
- ¿El maestro?
- Si, ese.
- Bueno, ha comenzado a hablar. Es por él todo esto ¿sabes?
- ¿Es por él, el qué?
- Escribir, mejorar mente, espíritu y cuerpo. Asimismo he controlado algo.
- ¿Lo qué?
- El lago ese oscuro, estando allí… es como si… te ríes de la muerte, de lo malo, de lo que presiona los hombros y te desgarra los pulmones.
- ¿Has ido quedando con gente?
- Bueno, algún día. Bien, pero es rara la sensación, no conozco forma de explayarme en eso. Digamos que… la tuerca ha girado, pero no en el sentido en que produce algo neutro, sino en positivo. Y cuando es positivo, lo negativo aparece sin más. Necesito el vacío, lo neutro, lo estanco, la nada.
- ¿Has visto algo la televisión?
- En casa no. En algún bar, o cuando paso por casa de los vecinos. De todas formas me coincide mal el espacio de tiempo, ya que siempre veo noticias del mismo tipo.
- Es que el mundo es así.

Recuerdos

Recuerdo terminar de escribir algo, recuerdo sentenciar e imaginar un futuro incierto y al final erróneo.
Recuerdo ver hacia abajo y observar un tejido adiposo bordear la barra espaciadora del teclado, aún lo sigue haciendo, o así lo percibo.
Diario
Retazos de un principio de abril:

He visitado 4 veces al ex compañero de instituto, que había sido operado de la tibia. Julio lo va llevando como buenamente puede, al menos se le ve siempre con buen humor y bromeando sobre ello. Todos tenemos derecho a nuestro escudo, y a usarlo como lo consideremos oportuno. A blandirlo con el movimiento que deseemos. Como arma o para crubrirse, nosotros tenemos el derecho a vernos capaces de actuar con el.

Cuando está el solo o con el hermano se comporta de una forma, pero cuando vino a visitarlo otro ex compañero de instituto, al cual yo conocía, la cosa cambió.
Se reían de mi, porque consideran que pagar 40 € por ir a un gimnasio que está a 10 minutos de casa es un timo. Da igual lo bueno que sea ese gimnasio, o que al vivir a las afueras de mi ciudad, sea el que más cerca me quede.
Bromas características de ellos, la unión hace la fuerza, y más si la otra monda de una de las naranjas que forman esa cesta de personas a mí alrededor fomenta esa doble moral, ese lanzamiento de piedras.
Reconozco que yo he tirado piedras, y a veces en unión con alguien más, pero nunca ha sido un 3 contra 1.

1º día de gimnasio:

Pretendía levantarme a las 06:00 para estar en el gimnasio a las 07:00 que es cuando abre. Pobre iluso, me levanté a las 08:00 y estaba allí a las 09:00.
Razones y motivos sobran para hacer según que cosas, Punset da mucha la vara con el ejercicio físico para mejorar la salud mental. Cuantos videos habré visto yo en “redes” de octogenarios y octogenarias en una piscina jugando a vete tu a saber que.
Tengo 2 motivos por los que ir al gimnasio, pero nadie me cree. Uno de ellos es porque Punset me lo dice, tiene una importancia del 35%.
No me siento demasiado bien con la gente, veo que se ríe de mí, me mira por la calle ya que le resulto grotesco, la gente es un ente que mira y se mofa. Por eso, el otro motivo es poder tener alguna actividad, para salir de aquí, y tener la mente ocupada. Importancia de un 60%. Entre eso, escribir en casa, salir con el netbook para escribir, leer, guitarra, y mimos a un hámster ruso en edad adulta llamado “Messi”, tengo más que suficiente.
Queda un 5%, pero es más una guinda. Yendo allí veo a personas que están ocupadas en si mismas, y así no me prestan atención.

Es una ciudad peligrosa, cuando para cruzar, por una calle de sentido único”, has de ver a ambos lados antes de hacerlo. Locos perdidos. Estuve 2 horas probando maquinas como un niño pequeño, comparado con el anterior gimnasio donde he estado… es como ejercitarse en la NASA.

Sigo esperando que caiga el Deus Ex Machina del cielo, pero cuando veo hacia arriba… el sol quema la retina. Pero me siento un “yo” extraño y no me disgusta, es como si el libro de algún modo hubiera valido la pena, aunque al terminarlo y concluir el recorrido, llegara al principio con cara de estupefacción y desilusión.

De las brasas incandescentes, a las cenizas volátiles, un tiempo que no importa para el ave de fuego móvil, y brillo hiriente para algunos. Mas el ave resurgió empapada, y el peso de sus plumas es mayor que nunca… pero resurgió.

Regla de Murphy de hoy: Incluso a los que creemos, gilipollas engreídos con suerte, sufren de cojones.

lunes, 4 de abril de 2011

00 - ¿Qué es la desidia?

Desvaríos


….

                                                                                                                                            ¿?

                                                  ….Mmm...



.

                                                                                                                                    , pero

   Joder como cuesta, además el….





                                                                                                                                         …más o menos…
                                                                         Si.









                                                         …claro…






…no, y…






Recuerdos





Tampoco me adentraría en…










Diario

¡Ufff! Si se busca la palabra esfuerzo, en el diccionario, sale mi foto.