viernes, 3 de diciembre de 2010

Capítulo 30 - Educación

Desvaríos:

Tengo un hermano pequeño, tiene 11 años.

Creo que en estos 28 años que llevo vivido, me quedaría con dos momentos.

Uno de ellos, es el momento justo cuando te metes en cama, con alguien a quien amas, y poco a poco te vas quedando dormido. Es cierto que al final acaba cada cual en una esquina, ya sea por que uno desprende mucho calor, tenga los pies fríos o se mueva mucho para conciliar el sueño. Pero esos instantes antes, son impagables, te sientes muy protegido y reconfortado. Y por la mañana es igual, cuando te despiertas, giras la cabeza y ves que esa persona está ahí.

El otro momento que está por encima de los demás, es cuando cogí por primera vez a mi hermano en brazos.

Mientras se va haciendo mayor, va aprendiendo cosas, algunas buenas o positivas y otras malas o negativas. Al principio, me enfurecía que no se le enseñara cosas básicas. Que se le levantaran los castigos a las 2 horas, que se le permitiera suspender casi todas las asignaturas, que no recibiera reprimendas por algunas contestaciones o gestos, que se le mime en exceso con regalos y no con palabras de ánimo.

Pero no es mi hijo, no puedo meterme, o me he cansado de hacerlo para que después el increpado sea yo.

Se dice que cuando no se castiga por un acto erróneo, que cuando se premia la vagancia o rebeldía sin sentido, ese niño aprende que da igual lo que haga.

Yo me acuerdo de mi infancia, y no es que pensara que: ¡Joer, haga lo que haga da igual, me van a regalar lo mismo!

No lo pensaba, pero poco a poco el subconsciente se va llenando, y sin quererlo, empiezas a creer que todo acaba teniendo solución. Que si metes la pata con unas cuantas lágrimas se arregla todo, que siempre habrá alguien ahí.

Al cabo de los años aprendes que no es así, y vas aprendiendo muchas cosas más, pero… ¿De que manera?

Nuestra educación está basada en experiencias, y está basada en quienes nos han educado. Pero no nos educan solo nuestras familias. Nos educan nuestros amigos, nuestros enemigos, nos educa la calle, el colegio, el instituto, la universidad, el trabajo, los amoríos, los libros, las películas, las obras en general.

Hay cosas que es mejor aprenderlas por las buenas. En el calor del hogar. Muchos niños de pequeños son egoístas, y ya no me refiero a no dejar los coches de “Hot Wheels” a sus amiguitos. Me refiero a la carencia de importancia hacia los demás.

Después aprendes que la gente es igual de importante que tú, y si lo aprendes por las malas, es más duro.

Sé que por cada día que pasa con esa forma de actuar, es un día que pasara llorando dentro de un tiempo. Me duele de una forma sobrehumana.

Supongo que siempre estaré ahí. Pensando que buena parte de las hostias que reciba de la vida, se podrían haber evitado. Otras son necesarias para hacernos personas, pero no todas. Más que una cuestión de cantidades, es una cuestión del como aprendemos.

Capítulo 30º

Lista de la compra:

Queroseno

Pilas

Maquinillas de afeitar

Gel de ducha

Jabón de manos

En el supermercado:

La gente me observa con extrañeza, no les culpo.

Cuando voy por los pasillos del supermercado no voy ni demasiado lento, ni demasiado rápido, pero voy mirando hacia el frente.

Los demás no ¿Y por que me mira la gente?

Pues porque parece que estoy haciendo katas de taekwondo. Solo me falta el cartelito de: ¡¡ Round 1 – Fight!!

Cualquiera pensaría ¿Y este porque coño hace aeróbic?

Cuando sé a que sección tengo que ir voy con paso firme, y justo cuando vas a cruzar entre 2 o 3 personas, se juntan a escasos centímetros, eso exige la posición “mimo contra la pared”.

Cuando la mujer cuarentona le pasa la pizza al marido, lo hace desde una distancia considerable. En el momento que pasas por ahí, tienes que hacer el baile del “limbo”. Yo normalmente hago la posición “Jorobado de Notre-Dame". Exige menos movimiento.

Paso por la sección de libros y veo a ver si está “Apocalipsis Z” una historia de zombies que transcurre en mi ciudad. Me lo ha recomendado una persona con gustos afines, así que, malo será. Por cierto, no estaba.

En la sección de consolas y videojuegos veo como dos niños se pelean por jugar al “Call of Duty: Black Ops”.

Son como hienas peleándose por un muslo de cebra.

Me acerqué y les dije, yo soy un francotirador de puta madre… me miraron y se rieron.

Si estuviera metido en una película bélica, me encantaría ser el francotirador.

Espero no estar nunca metido en una película bélica. Además me gustaría ser francotirador, pero seguro que me tocaría ser el primer gañan que pisa tierra en el desembarco de Normandia.

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11 comentarios:

  1. "Cuando la mujer cuarentona le pasa la pizza al marido"... leñe eso me ha dolido, una nunca piensa que esa frase podrían dedicársela a ella y es que hace tan solo un mes que los cumplí... cachis.

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  2. Lo primero, felicidades con 1 mes de retraso. Y enhorabuena por alcanzar el plano superior de los 40.
    Y por favor, dejad la seccion de congelados a los que no damos importancia a una buena nutricion. Es nuestro territorio. Muchas gracias.

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  3. Y luego está el caso de mi niño que no se da a conocer a la gente, ni le hace caso a los que se quieren acercar a él porque no le da la gana xD
    Yo tb voy al super con piñón fijo y parece ser que al super se debe ir a pasear xD

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  4. Ir a un supermercado, directo a comprar esta mal visto. Una cosa es darle golpecitos al melon para saber si esta maduro, y otra es dar un concierto como si fuese un bombo.

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  5. La educación toca nuestra puerta a través de los sentidos, a veces la sinestesia se convierte en un concierto bien definidos de herramentales sensoriales. Nos cueste trabajo o no, la educación y en consecuencia el conocimiento va haciendo mella en nuestra psique.

    Los momentos con los que me quedaría son aquellos en los que no veo sino huelo. Esos aromas azules, verdes y grisáceos me hacen viajar en el tiempo.

    Siempre olvidamos comprar lo realmente necesario, cuando estamos en el sitio preciso.

    Un Saludo

    A.

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  6. La sinestesia se basa mas en asociaiones que realiza nuestro cerebro, mas que sentir, es el cerebro el que pone un sabor a dibujo, o unas imagenes se proyectan al subconsciente cuando oimos una cancion. Pero con ciertos farmacos se puede transformar la sinestesia.

    Es que lo necesario, siempre es poco, y nos deja la sensacion de necesitar de algo mas.

    Un saludo Adriana.

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  7. Y no lo dudo, los alteradores de la consciencia le abren las puertas al inconsciente y de alguna manera a nuestra líbido. Cabe anotar - y sin el ánimo de incentivar el uso de psicotrópicos-, que los fármacos también tienen esa habilidad de educarnos.

    Gracias por el apunte.

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  8. Y por que sabes que todo el mundo te mira? Ahhh pillín estabas mirando tu!!! Un besazo y lo de los peques, tenemos que dejar también que se equivoquen.

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  9. Adriana: esta es tu casa, si quieres incentivar el consumo de cualquier tipo de droga puedes hacerlo. Un saludo amiga.

    Montse: Yo siempre miro a la gente, somos realmente fascinantes, a veces. Si que estoy contigo en que tienen que equivocarse para aprender. Pero hay cosas que se pueden aprender de mas de una forma (No todas).
    Un saludo compañera.

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  10. Hola, no se porque decidi empezar a leer por aquí y realmente me hs sorprendido..mucho, muchísimo..es un placer leerte...y totalmente de acuerdo, no educan todos..y si algunas hostias son evitables...pero nos damos cuenta luego..
    B7s

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  11. Hola Thunderbird. Has empezado a leer por donde te has guiado, eso es muy bueno. Gracias por comentar, un saludo.

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