miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capítulo 33 - 2

Desvaríos:

No sé porque me supongo, y sin ninguna base, que el gigante google introduce errores de compatibilidad de sus productos, con otros que no sean de su compañía.

Hay que utilizar su buscador, su navegador, sus mapas, aplicaciones, utilidades, gestores de descarga, su empresa de publicidad, su tienda.

Hoy por hoy podría comprar cualquier empresa del mundo. Quitando unas 720.

No sé ni lo que escribo, por este puto dolor de cabeza.

Odio las putas migrañas.

Aunque desde hace un tiempo, el dolor de las mañanas es distinto, más que cristales en el cerebro, noto una presión ejercida, desde dentro hacia fuera.

Creo que me ha vuelto la gastritis. Vuelvo a echar la bilis por las mañanas. Bilis, la definición más exacta del gusto amargo.

Me vuelvo más patoso. Los temblores aparecieron hace 2 días y medio. Me cuesta llevar una maldita taza de café descafeinado por las escaleras.

En el pasillo siempre hay una alfombra con motivos florales. Muchas veces esta arrugada, y alguien avisa de que es peligroso.

Hoy me caí 3 veces por el pasillo. La alfombra no estaba. Se puso en la lavadora por la mañana.

Los intentos de focalizar la psicosis no han dado fruto. Eso sí, mientras sorbía el café, me metí por mi garganta, y ví el recorrido que hacia este por mi esófago, hasta concluir en el estomago. Incluso al pasar por el duodeno pude ver mi úlcera.

Capítulo 33º

Días sin salir de casa para quedar con otro humano: 47

Días sin conversación cara a cara con otro humano: 8

Días sin conversación cara a cara con otro humano (Sin contar la última): 23

Días sin conversación telefónica/escrita: 7

Días sin ver a otro humano: 2

Días sin ver a otro humano que no resida en mi barrio: 4

Fin de semana:

Los fines de semana en casa están bien. Pero me gustaría, en ocasiones, pasar la semana esperando un café con otro humano.

Por lo que más siento amor en este momento, y que tenga la característica de respirar, es mi hámster. Estoy solo, pero al menos puedo ir a verle. El nunca tiene excusas, y siempre tiene tiempo. Sigo pensando que 30-60 minutos de 10080 es poco pedir.

La televisión puesta y una persona visionándola con adulación.

La princesa del pueblo ha hablado y ha dicho “pues a la puta calle”. La gente le aplaudía, aplausos a la ignorancia, a los braguetazos, a las palabras malsonantes, y a la demagogia.

Odio la puta demagogia.

De todas formas no entiendo que un tío que cobra 25.000 euros, haga huelga sin tener miedo, pero que uno que cobra 850 no la haga por miedo.

Es más difícil encontrar profesionales para según que puestos. Pero que la huelga sea por dinero… 25.000 euros.

Una persona hace una huelga porque quiere cambiar de coche, o pasar del plasma al lcd. Vale… Pero un hombre que trabaja en la descarga y cuando se jubile jamás volverá a caminar recto, o una camarera que pasa más de 12 horas de pie con un calzado que le destroza los pies –y que forma parte de su uniforme-, o un administrativo que trabaja fuera y dentro de casa… esta gente no hace huelga por que la echan.

Que bien sienta hacer demagogia. Quedas tan bien con los demás. Aparentas tener unos principios tan respetables.

Por mi os podéis dar de cabezazos contra la pared hasta que en uno os quedéis inconscientes.

Lo que más me jode de todo es que no pienso así, y me jode pensar más en la puta camarera que en mí.

Cuando mi vida pende de un hilo, que esta roído por la soledad y sobre el resbala el ácido de la locura.

Principio de semana:

Leyendo a Asimov y tumbado en el sofá. Empiezo a tener problemas de visión, concluyo la lectura y veo sobre la mesa los instrumentos. Es lo que pasa por usar cosas y no guardarlas.

Mientras me pincho la punta de los dedos me rió, y siento curiosidad. Sigo rascando un poco por la comisura de ellos.

Enciendo la vela y caliento el alfiler. Veo como penetra lentamente, y una parte de mi agacha la cabeza y desiste.

La segunda vez, dejo más tiempo “el alfiler de la locura” sobre la vela. En lugar de hundirlo, lo apoyo lentamente sobre una de las falanges. Duele, reconforta, asusta y calma.

Pero debería hacer algo con una simbología. Elijo el brazo izquierdo, por que soy diestro, no creo que exista otra razón.

Lo hago tan lentamente, que me paso así casi hora y media. La curva fue lo peor. Por cada centímetro tenia que calentar la aguja. La yema churruscada no era nada comparado, con el brillo naranja que emitía esa aguja. Al principio iba rápido y no daba tiempo a enfriarse. Luego el metal exigía más tiempo de calentamiento. Cada vez me transmitía más sosiego, a medida que continuaba con ello, iba dejando más tiempo la aguja sobre mi brazo. En un par de ocasiones se quedo pegada un poco de piel.

2, Géminis, paridad, 2, segundo, 2º en la lista, 2º en llegar, segundón en la vida, segundón para los demás. 2

Jueves:

Las caras de decepción. Las miradas tristes. Al menos no hay preguntas embarazosas.

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3 comentarios:

  1. Es cierto, la mayoría de veces el dolor es una catársis para el alma. Hallo una analogía entre el desvivirse por los demás (o con los demás) y el purgar el sentimiento de impotencia con un latigazo externo. Particularmente el dolor me recuerda que aún sigo viva.

    Las palabras hoy más que nunca carecen de valor real, porque los "pseudo-humanos" le dan mayor valor agregado al dinero o poder y las usan como escalones al feudalismo.

    ...Deberían suspender la televisión por unos cuantos días -o semanas-. Al menos así podríamos escucharnos mejor a nosotros mismos.

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  2. Hay cosas que hacemos y no sabemos bien el porqué. Y aveces ni es un inconveniente para que nos aporte algo. Gracias por comentar.

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  3. la dualidad, lo bueno y lo malo, el yin y el yang, el si y el no, lo blanco y lo negro, la vida y la muerte, dos ojos, dos manos, dos piernas, izquierda, derecha...
    muy simbolico...
    aunque él UNO, eras tu.

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