domingo, 21 de noviembre de 2010

Capítulo 24 - Anagrama

Desvaríos:

Es realmente duro, levantarte un día y darte cuenta que tus principios no son del todo correctos.

Para mi incluso es más peliagudo darte cuenta de que tenia, o tengo, una mentalidad de la vida, no del todo correcta conmigo mismo.

No llego a los 30 pero ya tengo andropausia. Pero no por la definición que se la conoce. Es esa manía que tengo yo de cambiar el significado de ciertos matices, palabras o razonamientos.

Una crisis existencial.

Desde que pienso en ello hay cosas que han cambiado. Tengo una mentalidad errante, con la que acepto las cosas, ya me da igual que la gente cometa errores, no gano nada ayudando a la gente, ni ayudándome a mí. Voy a pasar de la mentalidad que siempre he tenido, esa que rezaba algo así como: “Si no se puede cambiar el mundo, cambia tu mundo”.

Para apagar los pitillos, tengo siempre alguna lata vacía delante mía con un poco de agua, aunque deje las cenizas en el cenicero, suelo tirar las colillas a esa lata para que no deje tanto olor. Pero a veces también tengo otra lata igual llena de algún refresco. Hoy sin darme cuenta le he pegado un buen trago a la lata que tenia colillas dentro. Era como la noche de San Juan. Mi gaznate no volverá a ser el mismo, me siento violado, que asco.

Además, deje a medias el arca que estaba construyendo. Todo por culpa de mi amigo el anagrama.

He discutido con él.

Capítulo 24º

Martes:

Útyos y yo hemos tenido algún pequeño roce en nuestros pequeños debates. Supongo que tengo eso tan común que suele tener la gente. Hay cosas que yo me puedo decir, pero que los demás no pueden.

Me cansa que me recuerde lo solo que estoy, y que sólo le tengo a él.

Hemos hablado y reído, pero no me gusta su risa, es como si se guarda un as en la manga.

Miércoles:

A veces es necesario y conlleva un aumento en la salud mental de una persona, el que pase alguna hora en soledad. Útyos no me deja ni 10 minutos.

Sigue metiendo cizaña contra la gente que conozco. En algunos casos tengo que darle la razón, aun así me exige que actúe de ciertas formas que por mi comportamiento exento de ira, rencor, o agresividad ni se me pasa por la cabeza.

Ya no echo cosas en cara, ya me da igual ser un chiste o una anécdota en las vidas de gente que aprecio, ya no importa que sea un perfil sustituible al cabo de 30 días, me la suda que la gente sea; avariciosa, indiferente con quien no debe serlo, déspota, mezquina, hipócrita o falsa.

No espero ni un amor ni un alma gemela. No espero un amigo para toda la vida. No voy a negar nada a nadie, pero en el fondo no daré nada nadie. Seré todo apariencia, así es como somos todos.

Jueves:

Una conversación interesante:

- No puedo esperar nada de los demás, pero puedo esperar de mí que no me importe nada lo que hagan – alegué-.

- ¿En tres décadas no te has enterado como va el asunto no? – expreso Útyos con rebeldía -.

- Si crees que vivo para conocer la verdad o para sacar una conclusión de todo esto no me conoces – diciendo esto encendí otro cigarrillo mientras me empezaba otra arritmia-.

- La gente pasa de ti, a la gente no le importa si estas aquí o en otro país, no sale de la gente el preocuparse y tu vas detrás de ellos como un salido detrás de una gogó.

- No me importa la gente, me importan las personas. La masa es un ser sin inteligencia que se mueve por asociación. Y aunque me importen mis semejantes, dejo que hagan lo que quieran, no quiero ni que me importe – le reconocí mientras daba otra calada al cigarro-.

- Yo voy a estar aquí pase lo que pase, no necesitas a nadie más, y no necesitas nada que yo no te pueda ofrecer – Útyos dijo esto de forma concluyente-.

- Mira Útyos, ni si quiera existes. Supongo que tarde o temprano tendría que inventarme un amigo imaginario. Si no eso, crear otra personalidad para que me proteja ¿Te crees que no se lo que es un anagrama? ¿Piensas que aun siendo un tarado no se separar la realidad de la ficción? – de mis labios brotaron las palabras a sus oídos salpicaron-.

- No sé de lo que me hablas – mientras me lo dice gira la cabeza para evitar verme a los ojos-.

- Creo que será mejor que te vayas, te agradezco el tiempo, pero no eres necesario.

- Sabes que de una forma u otra volveré a tu vida.

- Buenas noches – zanje la conversación como buenamente pude-.

- El círculo de la vida… naces desnudo, tiritando y solo… no esperes que tu muerte sea distinta a eso – decía mientras desaparecía-.

Viernes:

En todo el día no me ha visitado nadie. Supongo que es lo que quería.

Quizás las cosas tengan que salir de una forma, y si no lo permites saldrán por un lado más angosto y de un modo más abrasivo.

Quizá sea cuestión de esperar un “Deus ex machina”.

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1 comentario:

  1. Una vez me dijeron que el mundo seguiria conmigo o son mi, y me tocó tanto los cojones que desde entonces de decidido vivir.
    :))


    me gusta tu actitud. si, si.

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